Mati Cubillo, presidenta de la Federación de Asociaciones Protectoras de Animales de Madrid (FAPAM), explica que durante el confinamiento no se están abandonando menos perros, lo que pasa es que se abandonan y no lo vemos.
“La gente no está saliendo por el campo o por la calle a pasear y no se los está encontrando. Si una perra pare en el campo y nadie pasa por ahí, pues nadie lo ve”, apunta Mati Cubillo.
El gran temor de las protectoras
El gran temor de las protectoras de animales es que cuando finalice el confinamiento se experimente un boom de entradas.
"Ya nos estamos preparando mentalmente”, explica la presidenta de FAPAM.
Abandonar a un perro, a un gato o a cualquier animal es delito ahora y siempre, pero en estos momentos es todavía más grave porque los convierte en invisibles.
Trabajadores de Chipidog (protectora de Cádiz) encontraron el sábado a tres cachorritas a las que su propietario había abandonado poniendo en peligro su vida.
Adopciones paralizadas
Las protectoras siguen rescatando a las mascotas abandonadas, pero las adopciones en estos momentos son muy complicadas de llevar a cabo, por no decir que están congeladas.
“Ahora mismo no está permitido salir de casa para ir a adoptar un perro”, explica Mati Cubillo.
“Si viniesen voluntarios, si viniesen adoptantes, corres el riesgo de que pueda haber un contagio”, apunta.
“Estamos cuidando muchísimo al personal de los centros, porque si caen enfermos tenemos un problema de infraestructura para atender a los animales”, sentencia la presidenta de FAPAM.