Lo llamé Bingo. Quizás en esta vida todavía tenga suerte de conocernos. La herida ya tenía gusanos además de una hinchazón terrible. Lo llevé rápidamente al veterinario.
El medico lo operó y cada día le cuidaban la herida. Nunca se ha quejado cuando le han hecho las curas. Es un perro con una mirada agradecida y feliz.
Es sociable, cariñoso y tiene una energía positiva. Es perfecto. Está recuperado y es el momento de encontrarle una buena familia que lo quiera.