Las patas delanteras estaban deformadas congénitamente, camina apoyándose solo con las patas traseras. Su recuperación será difícil, hubiese sido más fácil si fuera un cachorro.
El médico ortopédico está estudiando su caso. Le hicieron un escaneo corporal y un masaje todos los días. Era muy obediente y cooperaba. Estaba en buenas manos.
Era un perro muy optimista y juguetón y pronto confió en nosotros. Dejó de buscar a su dueño. Lo enviamos al refugio mientras se buscaba una solución. Estaba muy feliz de que lo cuidaran.
La noticia triste era que después de estudiar su caso, no se podía hacer nada para ayudarlo. Él no sabe que es un perro “diferente”. En el refugio ya tiene un amigo y juegan sin parar.
Lo importante es que cada día lo alimentan, lo miman y tiene una cama calentita para descansar y llegó una buena noticia, una chica quería adoptarlo, sabe que no es “perfecto” pero le quiere dar una buena vida.