El perro presentaba múltiples traumatismos y fracturas. Sufrió una paliza brutal que le destrozó por completo 3 extremidades.
Los huesos fracturados habían salido cortando la carne, algo que además le provocó una severa infección, especialmente en una de sus patas que tuvo que ser amputada para salvarle la vida.
Era la primera de sus 5 intervenciones para poder salir adelante.
Amar es un perro luchador y al final consiguió adaptarse a su nuevo estado. Camina con tres patas, come, y es amado por sus nuevos dueños.