Juanjo Ortega, el ‘vecino traidor’ y su mujer Toñi: "Belén Esteban es mala persona, Jesulín iba a ver a su hija pero ella no le dejaba"

El brutal testimonio de Juanjo Ortega, bautizado por Belén Esteban como el ‘vecino traidor’.

19 de Junio de 2019
Juanjo Ortega, el ‘vecino traidor’ y su mujer Toñi: "Belén Esteban es mala persona, Jesulín iba a ver a su hija pero ella no le dejaba"
Juanjo Ortega, el ‘vecino traidor’ y su mujer Toñi: "Belén Esteban es mala persona, Jesulín iba a ver a su hija pero ella no le dejaba"

En la búsqueda de más testimonios sobre la vida y milagros de Belén, llegamos hasta Juanjo Ortega. Juanjo es una de las víctimas de Belén Esteban. Uno de tantos que, sin comerlo ni beberlo, se ha  convertido en centro de las iras de la “La princesita del pueblo”, como el propio Juanjo la llama con sorna. 

“Tras el título que su compañero Jorge le puso debemos de buscarle el pueblo, porque ya te digo yo que de éste no lo es. Aquí la quiere muy poca gente, si no, sal a la calle y a los bares de la zona y pregunta por ella”, nos explicaba el propio afectado, quien la situación creada por la vecina no se la desea ni a su peor enemigo. (Belén Esteban, con un cuchillo en la mano, le dijo a Jesulín: "Hijo de puta, te voy a matar, voy a hundirte a ti y a tu familia").

Juanjo Ortega, el “vecino traidor” de Belén Esteban

Juanjo regenta un estudio fotográfico en la calle Gutierre de Cetina, en pleno barrio Bilbao, desde hace once años. Con anterioridad otro de similares características en Pedro Antonio de Alarcón, muy cerca del actual. Un par de calles más arriba vivía Belén Esteban en la casa de sus padres. Años atrás, Juanjo regentó dos gimnasios también en este mismo barrio.

De esa época le viene su pasión por el deporte, no en vano fue campeón de España de culturismo en 1998, de Madrid en 1989 y campeón nacional de fuerza en 1990. Casado con Toñi, tiene dos hijas. En la actualidad vive en una urbanización privada en la zona nueva del barrio, donde hace veinte años se amontonaban chabolas, suciedad y drogas, pero ahora no se encuentra un piso por menos de 400.000 euros. Hablamos de San Blas.

¿En qué hora se me ocurrió decirle a Belén que en nuestra urbanización vendían un piso?”, se lamenta Toñi, la esposa del fotógrafo. Un día mientras la Esteban estaba en el local de Juanjo, les preguntó si por casualidad no se vendía ningún piso en su urbanización, porque le gustaba la zona.

Y la respuesta fue que sí. Dicho y hecho, a las pocas semanas Belén Esteban se mudaba a la misma finca que sus vecinos. Lo que era una relación de barrio pasó en ese momento a convertirse en amistad. 

En los momentos más duros de nuestra protagonista, el matrimonio fue paño de lágrimas, amigo, vecino y defensor de su intimidad. Dieron la cara por ella, convivieron, se hicieron favores recíprocamente… Hasta que un día la de San Blas se levantó con el pie izquierdo, no tenía a quién crucificar en la tele y se acordó de que aquella amistad que había surgido entre su vecino y el padre de su hija no le interesaba lo más mínimo. Dicho y hecho. Así nació el “vecino traidor”.


BELÉN ESTEBAN... ¡La 'princesa' al desnudo!

Veinte años de amistad por la cloaca

Una vez situados en el tiempo y en el espacio, aquella excelente convivencia se fue por la cloaca una tarde en la que, mientras Juanjo trabajaba en su estudio fotográfico, Belén Esteban se despachaba contra él en televisión. Así me lo cuenta el propio interesado en una conversación exclusiva que mantuvimos telefónicamente: 

Juanjo: — Una tarde estando aquí en el trabajo, me llama un amigo y me pregunta si estoy escuchando las declaraciones que sobre mí estaba haciendo Belén Esteban. Le dije que no, pero puse la televisión y resultó que me estaba insultando. Fue cuando me colocó el dichoso cartel de “vecino traidor” ¿Y esto a qué viene?, me pregunté. Desconocía el motivo, pero los insultos estaban allí; que si chulo, prepotente, traidor… vamos, me puso verde. Entonces decidí hacer unas declaraciones a Carmen Pardo, aprovechando que me llamó a raíz de esos hechos, y le manifesté mi sorpresa por todo aquello. Al poco tiempo me ofrecieron acudir a un programa de televisión, concretamente a DEC. Pensé que era la única oportunidad de poder defenderme y explicar a quién no me conocía quién era el verdadero Juanjo. Me equivoqué por completo, porque nada más sentarme, no te puedes imaginar la tralla que me dieron. Yo dije las cuatro cosas que me dejaron decir y se acabó.

Julián; — Aquello fue solo el comienzo, porque luego has sido foco de sus iras unas cuantas veces más.

Juanjo: — Sí, esta mujer ha seguido insultándome, pero lo que me duele más es que mezcla a mis hijas, a mi mujer, a mi familia y eso es lo que no puedo consentir. Si tiene algo contra mí, que me lo diga a la cara y punto, pero meterse con mi familia no se lo consiento ni a ella ni a nadie. He intentado dos veces hablar con ella, pero en ambas ha sido imposible, porque esta mujer la única respuesta que tiene es el insulto, los gritos, y yo no estoy dispuesto a ello, razón por la que la he dejado por imposible y he preferido que sea un juez, quién dictamine si puede insultarme de esta manera en televisión. Si no quiere nada con nosotros, me parece perfecto, pero una cosa es eso y otra el que me insulte en televisión y, sobre todo, ese cartel que me ha puesto de traidor que no me pertenece para nada. Siento más rabia porque ella sabe la verdad y sabe que sus verdaderos y únicos amigos hemos sido Juanjo y Toñi, mi esposa.

Julián; — Es una historia con poco sentido.

Juanjo; — Hemos estado siempre ahí, hemos tenido la llave de su casa. Hemos abierto la puerta a los bomberos. Como le dan esos bajones de azúcar, al no responder al teléfono ni al timbre, alarmados los familiares llaman a los bomberos y allí estamos nosotros para abrir con la llave e impedir que echen la puerta abajo. Mi mujer ha ido cuarenta mil veces a ver si le pasaba algo cuando su madre nos ha llamado para decirnos que le estaba llamando y no respondía. Me ha llamado por la noche, a las once de la noche, para pedir favores. No lo cuento para echarle en cara, al contrario, sino para que se sepa que siempre hemos estado ahí. Por ejemplo, para decirme que no le funcionaba la calefacción, y ahí estaba Juanjo purgando radiadores, que si no le funcionaba el aire acondicionado y si yo conocía a alguien que se lo arreglara. O sea, detalles de este tipo, los que quieras, y de otros peores, mejor me los callo.


BELÉN ESTEBAN... ¡La 'princesa' al desnudo!

Julián; — Supongo, además, que por tu profesión y esa estrecha amistad tendrás en tu poder fotos con las que has podido hacer negocios.

Juanjo; — En tema de fotografías ella sabe perfectamente que jamás he hecho una copia que no me haya pertenecido de las fotos que me ha traído a revelar. Las fotos que tengo de ella y de la niña son fotos que yo he hecho con mi cámara de las veces que hemos salido por ahí, pero, si hubiese sido un traidor como dice ella, hubiera podido venderlas, porque son mías y nadie me lo puede impedir. Pero jamás lo he hecho. Y me han ofrecido mucho dinero por ellas, pero me he negado. Fotos con Jesulín y la niña con Fran… El propio Fran me ofreció en una ocasión que las vendiera, que, para que alguien se llevara el dinero, prefería que me lo llevase yo, porque estaba convencido de que al final los iban a cazar. Le pedí permiso a ella y me dijo que no, que podían pensar que se trataba de un montaje y que no quería que salieran. Aquellas fotos no se vendieron y, si hubiese sido el traidor, hace años que se hubieran publicado. Por eso me choca que actúe así.

La amistad del “vecino traidor” con Jesulín de Ubrique

Julián; — Total, que todo parecía normal hasta que tú comienzas a tener buena relación con el torero y ella no admitía que la tuvieras. Me da que es una cuestión de celos o de intereses. Igual le da miedo que vayas a contar cosas que hasta ahora has callado por prudencia, y lo mejor es desacreditar al personaje antes de que se haga público.

Juanjo; — No sé cuál será el motivo, yo creo que es porque no le gusta que yo me lleve mejor con Jesulín que ella, y eso la come por dentro. Y si yo conozco a Jesús, es porque ella me lo presentó y me pidió un favor. Un día me llama y pregunta si le puedo dejar mi plaza de garaje porque iba a venir Jesulin a ver a la niña y no quería que los periodistas se enteraran y le hicieran fotos. Como amigos que éramos, se lo dejé sin problema. No sé cuántas veces habrá utilizado Jesús mi plaza de garaje, ni cuantas más la utilizará. Cada vez que viene me llama y se la dejo. Al principio se la dejaba porque me lo pedía Belén, pero luego ya hicimos amistad Jesús y yo y se la dejo porque él me lo pide. Tantas veces como necesite. (Jesulín quiso llevar a comer al campo a Belén Esteban, humillada en la boda de Fran Rivera y Eugenia Martínez, y ella respondió: "Te irás con tu puta madre").


BELÉN ESTEBAN... ¡La 'princesa' al desnudo!

Julián; — ¿Y la amistad fue a más?

Juanjo; — Como me estaba agradecido, un día me dijo que si quería ir a verle torear y yo le dije que encantado. La primera vez fue en Valdemoro; llevé a mi hija y a Andreita. Tengo una foto para demostrarlo si fuera necesario. Pero no sé qué le daría a Belén, que de repente le empezó a sentar mal que fuese a los toros invitado por Jesulín a hacerle fotos, que me invitara a su finca… y eso creo que es lo que le molesta tanto y lo que no me va a perdonar nunca. Pero debería habérmelo dicho, comentarme que le molestaba todo aquello. Pero ella es así, como es la princesita del pueblo y no se puede hablar con ella, tenemos que estar al margen de todo. Lo suyo es insultar y por ahí no paso.

Julián; — ¿O sea que, si de verdad quisieras hablar, la que iba a tener problemas es Belén? 

Juanjo; — Te puedo asegurar que hemos tenido una relación de mucha amistad. Por más vueltas que le doy, no veo razón alguna para que se porte así. Ella sabe que nos hemos portado muy bien con ellos; su hija ha dormido mil noches en mi casa, las mías lo han hecho en la suya, y me consta que ella ha querido a mis hijas un montón, pero ahora es que las desprecia. Ha llegado a prohibirle a Andreita tajantemente que se hable con mi hija. ¿Cómo se le puede prohibir a dos niñas que se hablen? Le ha dicho que cuando vea a mi hija Laura la ignore, ésa es la palabra exacta que ha utilizado. No lo entiendo; si tiene algo conmigo, que se meta conmigo, pero mis hijas son intocables. Ha llegado a insultarlas, a la pequeña le ha dicho que es igual que el cabrón de su padre. Eso no se lo permito. Ya sabemos que los niños son muy crueles y mi hija en el colegio tiene que soportar que la llamen la hija del vecino traidor, y esas cosas duelen mucho. Que me lo digan a mí me da igual porque sé que es mentira, pero, cuando se lo dicen a mi familia me duele mucho.

Julián; — Toda una “madre coraje” por lo que me cuentas.

Juanjo; — Si la conocieras, no la llamarías de esa forma. Pero te cuento, la amistad siempre había sido buena. En infinidad de ocasiones se ha llevado a mis hijas a conciertos, a casa de su hermano, lo mismo que nosotros nos hemos llevado a Andrea a comer fuera. De hecho, yo conocí Ambiciones porque un puente de diciembre, estando en Ronda, Belén llamó a mi mujer para saber dónde estábamos. Toñi le dijo que por Málaga y ella le comentó que estábamos muy cerca, que por qué no nos acercábamos hasta la finca de Jesús. Yo conocía a Jesús sólo de cuando le dejaba la plaza del garaje, era muy al principio, y la verdad es que me daba mucho reparo presentarme en su casa, pero Belén insistió en que a Andrea le haría mucha ilusión ver a Laura. Total, que nos metimos en un montón de kilómetros, llegamos a la finca, comimos con ellos, se portaron maravillosamente y, cuando nos íbamos a marchar, Jesús comentó que tenía que ir a Madrid a llevar a la niña. Le comenté que, si quería, nosotros podríamos llevárnosla para evitarle el viaje. Así lo hicimos, la niña se vino con nosotros, pasamos el puente en El Ronquillo (Sevilla) y la llevamos hasta Madrid. Para que veas a dónde llegaba la relación.

Julián; — Igual es que ella cree que has hablado mal o contado algo que no debías.

Juanjo; — Belén jamás podrá decir que yo he hablado mal de ella. Porque no he entrado nunca en los temas de cuando Belén ha hablado mal de Jesulin.  Y, por supuesto Jesulin jamás ha hablado mal de Belén delante de mí. Yo he pasado siempre de esos rollos.

Julián; — Lo cierto es que te culpa de ser la persona que ha contado que le ha impedido a Jesulin que vea a su hija. Hace tres años ya de eso.

Juanjo; — Es completamente falso. Me acusaba de que yo había dicho que ella no dejaba ver a Jesús a su hija, pero es mentira y te explico de dónde se saca esa patraña. Pasó una historia que no tenía nada que ver con ello y que fue lo siguiente; Jesús vino a visitar a Andrea un viernes y me llamó por teléfono para ver si había algún problema en utilizar la plaza de garaje; cuando llegó, le abrí la puerta, subió conmigo a mi casa y se tomó un refresco. Llamó a Andrea al móvil, pero no se lo cogió; entonces llamó a Belén, que tampoco lo cogió, llamó a la madre de Belén, y tampoco. Entonces llamó a la chica que asiste en casa de Belén y la chica le dijo que estaban en Benidorm, Jesús insistió y por fin consiguió hablar con Andrea, que le preguntó con quién estaba; Jesús le respondió que estaba con un amigo en Madrid, que había venido a verla. Y la niña insistió en preguntarle el nombre del amigo. “¿A que estás con Juanjo?”. Jesús comprendió que, si la niña sabía que estaba conmigo, era porque estaban en Madrid y nos habían visto. Y Jesús se fue sin ver a la niña. Pero de mi boca no ha salido nada de eso y fue ella la que se hizo la película, lo contó como quiso y a raíz de aquello vino de lo de vecino traidor. (Las personas somos libres de decidir cuándo perdemos la virginidad. ¡¡Pero Belén Esteban le mintió como una bellaca a Jesulín!!).

Juanjo, el vecino traedor, que no traidor

Julián; — Total, una amistad rota por las formas y los modos de Belén.

Juanjo; — Eso parece. Jamás he contado en público que no ha dejado ver a su hija, pero por supuesto que no la ha dejado ver en muchas ocasiones. Y Jesús sigue viniendo a ver a su hija muchas veces, siempre que pasa por Madrid la viene a ver. Si la prensa no se entera, es porque entra por el garaje y hace lo posible para evitarla. Cada vez que venga tiene la plaza a su disposición, no porque sea un torero famoso sino porque es un tío acojonante, que me lo ha demostrado, y no me cuesta nada hacerlo. Si antes me lo pedía Belén y no me importaba, ahora que me lo pide él la tiene de igual manera. Si eso le molesta a ella, no es mi problema. Jesús me consta que no pasa una sola vez por Madrid que no venga a ver a su hija, aunque Belén diga que es mentira. Pero ya puede decir misa, que eso es así de cierto. ¿Cómo no va a querer a la niña si es su hija?

Julián; — Me imagino que lo de “traidor” te está causando muchos disgustos en el barrio.

Juanjo; — Tú mismo lo pudiste comprobar cuando estuviste aquí. Yo no soy traidor, soy traedor. Muchos meses, Belén me llamaba para pedirme dinero, “Juanjo tráeme por favor 800 euros” y Juanjo se los llevaba, “Juanjo tráeme 700 euros” y Juanjo se los ha traido. Jamás le he pedido explicaciones de para qué los necesitaba, como cuando me ha pedido que le llevara unas tarjetas, unos marcos, cualquier cosa. Pero eso es, igual confunde los verbos y en lugar de traidor quiere decir traedor. Estoy pensando en montar una empresa de “pídame, que yo se lo traigo”.


BELÉN ESTEBAN... ¡La 'princesa' al desnudo!

*Nota para el lector: el autor de este articulo ha podido comprobar cómo algún cliente, en tono de broma, ha entrado en el estudio fotográfico de Juanjo y le ha saludado diciéndole “Hola, vecino traidor”. A nuestro interlocutor no le hacía la menor gracia. La bromita ya cansa y Juanjo ha decidido poner punto y final.

Cuando estuve en el barrio Bilbao recabando información para mi libro sobre Belén Esteban y en la confianza de nuestra conversación entre Juanjo y quien suscribe, interrumpida por el ir y venir continuo de clientes del estudio, el otro amigo de Belén me fue enseñando fotografías de su colección personal en la que estaba casi todos los miembros de la familia Janeiro. Belén con su hija, Belén con Jesús, Belén con Fran y Jesús en su finca, de montería, el bautizo del hijo del torero, la fiesta del bautizo en una finca campera. Jesulín con Andreita… muchas de ellas de valor crematístico para la prensa rosa. Hasta el día de hoy han permanecido en el álbum familiar: “Y te puedo asegurar que me han ofrecido cantidades desorbitadas”, me apostillaba Juanjo, quien de momento cree que seguirán así. (¿Por qué el clan de Belén Esteban ¡¡¡sienta en el banquillo de los acusados!!! a nuestro colaborador Julián Fernández Cruz?).

A nuestra conversación en la tienda se incorporó esporádicamente Toñi, la esposa de Juanjo, quien puede asegurar que por momentos está más indignada que su marido. Y quiso exponer su punto de vista sobre el tema.

El hermano no deseado en la fiesta junto a Jesús

Toñi; — Sobre la relación entre Belén y su hermano mayor puedo contar una anécdota vivida personalmente por mí. Cuando Andrea cumplió los seis años, Belén quiso darle una fiesta sorpresa. La organizó en un hotel de Benidorm y nos invitó a nosotros y nuestras hijas. Vino Jesús y también vino el hermano mayor de Belén, que se presentó sin avisar. A Belén no le hizo ninguna gracia y hubo un poco de mal rollo. Al llegar a casa, tuve que ponerme en medio de madre e hija para que se calmaran. La madre decía que por qué no iba a invitar a su hijo y Belén le respondía que allí no pintaba nada. Que no quería que tuviese ninguna relación con Jesús, vamos. Se llamaron de todo, insultos, hizo ademanes de volverse para Madrid e incluso llegó a hacer las maletas. Muy desagradable todo.


BELÉN ESTEBAN... ¡La 'princesa' al desnudo!

Lo de la madre coraje es lo que más rabia me da. Realmente una madre coraje no hace lo que hace ésta. Belén no dejaba a su hija jugar con la mía. Se queja de que le hacen feos a su hija y ella los hace a los demás. Estoy deseando que se vaya de la urbanización. Ese papelito me repatea. Eso es lo que la gente desconoce y hace que tenga una visión de ella irreal, me pone muy nerviosa. Maldita la hora en la que le dije que se viniera a vivir allí. No pensé yo que Belén pudiera ser así, de portarse muy bien a ser tan mala persona. Eso es lo que mejor la define, mala persona.