Adul Saosongyang, de 35 años, está acusado de robar a su compañero de piso un billete de lotería premiado con 10 millones de dólares.
Los hechos sucedieron en Vacaville, una pequeña ciudad californiana de 100.000 habitantes.
El 20 de noviembre, una persona se gastó 30 dólares en un rasca y gana. Tuvo mucha suerte, el boleto estaba premiado, y compartió la noticia con sus dos compañeros de piso.
El ganador pensaba que le habían tocado 10.000 dólares
Al día siguiente, cuando fue a cobrar el premio, le dijeron que su billete no tenía premio. Entonces se fue a la policía y explicó lo que le había pasado.
Un día más tarde, Adul Saosongyang acudió a la oficina de lotería de Sacramento para cobrar un rasca y gana premiado.
El organismo de la lotería de Sacramento, que no había sido avisado por la policía, se puso a realizar la investigación rutinaria que hace con cada ganador.
Al mismo tiempo, la policía de Vacaville pidió la grabación de las cámaras de seguridad del establecimiento que había vendido el boleto ganador, y descubrieron que Adul Saosongyang había comprado un billete falso y le había dado el cambiazo a su compañero de piso.
La policía citó a Adul Saosongyang, y él acudió pensando que iba a cobrar el premio, pero fue arrestado por robo.
Al mismo tiempo, el ganador recibió la mejor noticia de su vida: recuperó el boleto ganador y se enteró de que el premio era de 10 millones y no de 10.000 dólares.