Antes de tener éxito, El Fary trabajó como jardinero y taxista para reunir el dinero que le permitió grabar sus primeras canciones. Una vez grabados y editados los discos, él mismo los vendía en el Rastro de Madrid.
En esa época también participaba en competiciones de cantantes en la radio y actuaba en fiestas locales. Fue a partir de los 30 que el Fary empezó a ganar dinero como cantante cuando fue llamado a Córdoba (España) para sustituir a otro cantante. Más tarde, el legendario Antonio Molina lo contrató para una gira de dos meses.
Hacia el fin de la década su carrera se vio de nuevo impulsada cuando el director de cine Santiago Segura estrenó su comedia Torrente: 'El brazo tonto de la ley'. La película contenía una canción de El Fary especialmente grabada y que se titulaba “Apatrullando” la ciudad. Tanto la canción como la película fueron un éxito.
Además, se realizó una pieza de merchandising única: el ‘Carrofary’, una pequeña figura de goma de la cantante diseñada para ser colgada del espejo retrovisor del coche.