Los presos de Lledoners y las también encarceladas Carme Forcadell y Dolors Bassa se han convertido en un actor político destacado en Cataluña.
Ahora, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha perdido el apoyo de esos presos, según explican fuentes políticas del PDeCAT del entorno de los encausados. (La gran mentira de la huelga de hambre: esto es lo que comen los presos)
La razón por la que han tomado la decisión de desmarcarse de Quim Torra es debido a las torpezas políticas del presidente catalán durante la huelga de hambre.
Jordi Sànchez y el resto de presos provenientes del PDeCAT expresaron su malestar sobre cómo Quim Torra había dinamitado la huelga de hambre con sus declaraciones a favor de la vía eslovena y su ultimátum a los Mossos. (Este es el menú navideño que degustarán los presos golpistas)
Ninguno de los dos asuntos llegó a buen puerto pero provocó que el foco mediático se pusiese sobre Quim Torra en lugar de en la huelga de hambre.
Después de las declaraciones, Quim Torra se marchó a hacer dos días de ayuno al Monasterio de Montserrat pero eso tampoco ayudó a los presos independentistas. (¡Vergonzoso! Jordi Turull reivindicará ante el TS el golpe del 1-O)
Forn, molesto
El 'exconseller' de Interior, Forn, no entendió el ultimátum de Quim Torra a los Mossos d'Esquadra y le sentó mal la decisión del presidente de la Generalitat.
Los presos independentistas consideran que Quim Torra no está aportando nada a la política catalana salvo algunas lamentaciones.