El pasado 15 de febrero saltó la bomba, Kylian Mbappé había comunicado al PSG que ni iba a renovar su vínculo con los parisinos, siendo esta su última temporada en el equipo francés. Desde entonces todas las miradas se volvieron hacia el Real Madrid, pero lo cierto es que estamos a finales de marzo y no hemos tenido aún ningún anuncio oficial por ninguna de las partes.
Todo parece indicar que están esperando el momento más oportuno para anunciar el acuerdo, pero esta ausencia de noticias está siendo aprovechada por el PSG para enredar la situación del jugador. De hecho han dado la vuelta al mundo las últimas palabras del entrenador español Luis Enrique, cuando ha sido preguntado por si el partido contra el Olympique de Marsella, iba a ser el último ‘Clásico’ francés que jugará el de Bondy.
Florentino no se traga la última de Luis Enrique
Luis Enrique se ha descolgado con estas declaraciones, “¿Por qué va a ser su último partido? Sigo con la esperanza de que Kylian cambie de opinión. Todavía no ha dicho nada. Imagina que ganamos los cuatro títulos esta temporada y Kylian decide cambiar en el último momento. Que su sitio está en París. ¿Por qué no? Veremos”. Unas palabras que denotan que no todo está perdido con Mbappé, aunque la realidad es bien distinta.
Florentino Pérez no mordido el anzuelo y ha visto la jugada del PSG, por lo que no teme porque el fichaje del astro francés tenga marcha atrás, como en anteriores ocasiones. Y es que cabe recordar que la salida de Mbappé de París, deja a la escuadra de Luis Enrique con un importante agujero en ataque, una situación que el resto de equipos conoce a la perfección.
Así, el principal objetivo de Al-Khelaifi es el de fichar al delantero nigeriano del Nápoles, Víctor Osimhen. Sin embargo los italianos, sabedores de la urgente necesidad de los parisinos por fichar un delantero de calidad están pidiendo por el jugador entre 120 y 130 millones de euros. Las palabras de Luis Enrique lo único que buscan es rebajar dicha cantidad, mostrando menos urgencia de que realmente tienen por ficharle. Una estrategia que no se ha tragado Florentino Pérez.