La actuación estelar de Vinicius Jr en el Allianz Arena el pasado martes, con un doblete que mantiene la semifinal en todo lo alto para la vuelta en el Santiago Bernabéu, ha provocado una reacción en cadena que puede incluso llegar hasta el Barça.
El partido contra el Bayern de Munich dejó algunas cosas claras, como que al equipo alemán nunca hay que darle por muerto, a pesar de un llevar una temporada para olvidar, y de otro lado que la defensa bávara deja mucho que desear, sobre todo si tienen enfrente a jugadores tan talentosos como Bellingham, Rodrygo y sobre todo Vinicius Jr.
Vinicius Junior tiene la llave del fichaje más sorprendente
Los delanteros madridistas dejaron en evidencia al central surcoreano Kim Min-jae, primero con el desmarque que se come en el primer gol, y luego forzando el penalti del empate a dos. El jugador surcoreano jugó junto a Eric Dier en el centro de la zaga en lugar de Matthijs de Ligt por lesión. Un central que llegó el pasado verano procedente del Nápoles campeón del Scudetto a cambio de 50 millones, tras el fracaso muniqués con Upamecano.
Ahora los dirigentes alemanes han quedado tan decepcionados con la actuación de su central, que han puesto en marcha la maquinaria para fichar a un nuevo jugador que les dé el empaque necesario en el centro de la zaga, y este movimiento puede acabar siendo la llave para un fichaje procedente del F.C. Barcelona.
Y es que desde Munich han reactivado el interés por el central uruguayo, Ronald Araujo. Un jugador que precisamente ha estado señalado las últimas semanas por sus errores ante el PSG y en Liga, pero que podría dejar la ciudad condal para incorporarse al Bayern, un fichaje que no sería mal visto por Laporta, ya que el club precisa ingresar dinero urgentemente antes del 30 de junio.
A pesar de que en un principio estarían en negociaciones para su renovación, ya que el contrato de Araujo acaba en 2026 y tiene un salario muy por debajo de su caché, lo cierto es que la opción de salir del club es cada vez más plausible. Un fichaje que sorprendentemente habría sido desencadenado por las diabluras de Vinicius Jr. en Munich.