Fernando Alonso ha vuelto a hacerlo: ¡¡¡Es un 'marciano'!!!

En condiciones climáticas extremadamente adversas, el equipo de Toyota logró una victoria clave que los acerca a proclamarse campeones del Mundial de Resistencia (WEC).

05 de Mayo de 2019
Fernando Alonso ha vuelto a hacerlo: ¡¡¡Es un 'marciano'!!!
Fernando Alonso ha vuelto a hacerlo: ¡¡¡Es un 'marciano'!!!

Después de una carrera muy complicada debido a las condiciones climáticas, Fernando Alonso estuvo cerca de cerrar el Mundial de Resistencia 2018-2019 junto a Sebastian Buemi y Kazuki Nakajima.

Los tres pilotos lograron sortear las condiciones climáticas más difíciles, y entre agua y nieve lograron asegurarse la victoria en las 6 Horas de Spa.

Con este triunfo en el bolsillo, Alonso está cada vez más cerca de alcanzar su aspiración de sellar su retiro de esta competición como campeón del Mundial de Resistencia (WEC). (¡¡¡Fernando Alonso voló en Texas a 372 kilómetros por hora!!! ¡¡Un espectáculo impresionante!!).

Fue una jornada extremadamente dura, que incluso tuvo que terminar diez minutos antes de lo previsto por una bandera roja. El equipo de Toyota apostó a los reglajes de agua, en anticipación a la lluvia que terminó por estallar, aunque de manera intermitente, hacia el final de la carrera. 

La lluvia marcó las 6 horas de Spa

En estas condiciones adversas, el Toyota número 8 logró consolidarse como el primer superviviente, pese a no haber sido el coche más rápido a lo largo de la carrera. Hasta que llegó la lluvia, el número 7 había demostrado su velocidad en seco.

En un momento de la carrera la lluvia llegó a convertirse en nieve, y durante casi media hora todos los coches estuvieron rodando reagrupados para no correr mayores riesgos. Durante ese periodo, el número ocho llegó a quedarse sin gasolina e incluso tuvo que entrar a repostar con el pit lane cerrado

El punto inédito de la carrera se produjo cuando -por primera vez- un Toyota tuvo un problema mecánico. Antes de la segunda hora el número 8 ya cargaba con una parada más que el 7 y rodeaba los 50 segundos de déficit. Cuando llegó el turno de Alonso, falló el sensor del sistema híbrido del número 7, y sus mecánicos tuvieron que dispensar once minutos para repararlo.

En la segunda parte, el equipo logró consolidar el liderazgo, sin cometer prácticamente ningún error y con condiciones climáticas que alternaban drásticamente entre el seco y el mojado. Alonso fue el encargado del tramo final de casi dos horas, para cruzar la línea de llegada con la victoria a cuestas.