Los expertos afirman que la probabilidad de que una vivienda en uso habitual sea okupada es pequeña, aunque no imposible. Estos delincuentes suelen preferir los espacios que están vacíos regularmente, como son los pisos en venta o alquiler, propiedades bancarias, etc.
Qué hacer si la okupación es en tu vivienda habitual
En este caso, nos encontramos ante un delito de allanamiento de morada, recogido en el Código Penal, llevándose, por tanto, por vía penal.
Las primeras 24/48 horas son las más importantes.
De ser consciente de la okupación en el momento en el que ésta está sucediendo, se debe avisar inmediatamente a la policía, pudiendo evitarse la okupación según ocurre.
De no ser así, se debe acudir lo más rápidamente posible a una comisaría a interponer una denuncia, aportando la mayor cantidad de documentación posible: escrituras de la vivienda, vídeos de la alarma de seguridad, etc.
En estos casos, el desalojo de la vivienda por parte de la policía suele ser inmediato.
¿Y si es una segunda vivienda, o está vacía?
En este segundo caso, estaríamos trabajando desde una vía civil, tratando el asunto como un desahucio por precario. Las víctimas de este tipo de okupación suelen ser los pisos de nueva construcción y los que están en propiedad de entidades bancarias o empresas, que no tienen una constancia inmediata de la okupación.
Lo primero es interponer una demanda en el juzgado que corresponda. Después, será un juez el que la tramite, con un plazo estimado de un mes. Posteriormente, se informará a los okupas de la demanda, los cuales serán desahuciados si no poseen y acreditan la propiedad en menos de diez días. El trámite completo podría prolongarse a más de un año.