En un momento en el que casi para colgar un cuadro en la pared es necesario pedir un permiso de obras, pagando los correspondientes impuestos, las autoridades municipales de Barcelona han descubierto que el templo de la Sagrada Familia, después de 133 años edificándose, carece del correspondiente permiso de obras, lo que la sitúa en el margen de la ilegalidad.
133 años de obras sin permiso
La Sagrada Família ha solicitado al Ayuntamiento de Barcelona la licencia de obras para regularizar la construcción del templo, que ha realizado los trabajos durante 133 años sin los permisos pertinentes.
La Junta Constructora solicitó la licencia hace unas tres semanas, ha explicado en declaraciones a los medios la teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad de la capital catalana, Janet Sanz, que ha defendido que se debe "resolver una anomalía histórica".
Preguntada por cuánto costará al templo esta licencia, Sanz ha resaltado que todavía lo están estudiando los departamentos de hacienda y licencias, y ha recordado que no hay precedentes de casos similares que puedan orientar este.
La Sagrada Familia tendrá que pasar por caja
"Aplicaremos la normativa sin ningún tipo de privilegio", ha garantizado Sanz, que ha señalado que analizan si es posible aplicar retroactivamente el normativa y cobrar parte de lo no pagado, en un caso en estudio y jurídicamente complejo, ha remarcado.
El Gobierno de Ada Colau y la junta de la Sagrada Família alcanzaron un acuerdo en octubre para regularizar las obras, mediante el que el templo se comprometió a pagar 36 millones de euros en diez años para compensar los gastos municipales que genera su actividad, y el Ayuntamiento promovió un plan urbanístico para poder regularizar las obras.