Megan Fox, una de las mujeres más guapas y sexys de la gran pantalla, padece una alteración mental que condiciona el desarrollo de su vida personal como es el trastorno dismorfico corporal.
Se trata de una preocupación fuera de lo normal que suele generar episodios de ansiedad por algún defecto tanto real o imaginario que la persona percibe.
Y es que normalmente se suelen ser imperfecciones que apenas tienen importancia o que ni siquiera perciben los demás como marcas de nacimiento, manchas o arrugas, hasta factores más profundos como tamaño de la nariz, forma del rostro, cabello, tamaño del busto, entre muchas otras características de la persona.
Esta situación puede llegar a generar malestar psicológico que le impide realizar su trabajo o socializar con las personas de su alrededor con total normalidad.
Por lo que el trastorno que sufre Megan Fox suele aparecer por problemas hereditarios relacionados a enfermedades como depresión o ansiedad y se suele desarrollar durante la adolescencia.
Las personas que padecen esta alteración se pueden pasar horas delante de un espejo mientras intentan taparse esas imperfecciones que tanta inseguridad les genera.
Pero, ¿qué tratamiento se puede llevar a cabo en este caso?
Para reducir al mínimo estos tipos de inseguridades, los especialistas recomiendan que en cuanto se diagnostique el trastorno la persona se ponga en tratamiento para que la situación no se agrave.
Este consiste en unas terapias cognitivo-conductuales con fármacos que ayuden a disminuir la ansiedad. De esta manera se logran equilibrar los síntomas, a la vez que se ayuda al paciente a entender que lo que percibe como un gran problema.