Todas las alarmas saltaron durante la tarde de este lunes en Sálvame, cuando Kiko Hernández anunciaba tener un bombazo.
Ya sabemos que cuando Kiko anuncia bomba se avecina tormenta y normalmente suelen ser de las gordas.
El (no) embarazo
A eso de las cinco de la tarde Kiko se hacía eco de una noticia que afectaba a una de las colaboradoras que se encontraban en plató. A partir de entonces empezó el juego que tanto les gusta en Sálvame, sembrar la duda, crear tensión a base de descarte, etc.
Poco a poco, tanto Kiko como Carlota, fueron descartando personas, hasta que quedaron Lydia Lozano, Anabel Pantoja y Raquel Bollo.
La cámara se encargó de ir enfocando las caras de las "nominadas" y hay algo que destacó por encima de las demás, el visible nerviosismo de Raquel. Finalmente se desvelaba a quien pertenecía esa bomba y era nada más y nada menos que a la ex del fallecido, Chiquetete.
Kiko, aseguraba que Raquel habría confesado este fin de semana en la fiesta de cumpleaños de Irene Rosales, mujer de Kiko Rivera, que estaría embarazada. Ante tal información, la Bollo desmintió la noticia y dio un paso más allá. Pidió un predictor para hacerse el test de embarazo y sacar de dudas a todo el mundo.
Así que, en Sálvame se pusieron manos a la obra y el predictor apareció en menos que canta un gallo. Lo bueno, es que Raquel se echaba para atrás y el marrón le cayó a Anabel que aseguró qu se lo hacía "por curiosidad".
La sobrinísima, no tenía ni idea de cómo hacerlo y lo hizo tan sumamente mal que aseguró habérselo "puesto como un tampax", cuando en realidad lo único que tenía que hacer era orinar sobre él.
Por supuesto, las redes no tardaron en comentar lo surrealista de la situación y enseguida se hicieron eco de la última ocurrencia del programa.