A finales de septiembre de 2011, con España sumida en una gravísima crisis económica, el Congreso de los Diputados sometió al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero a una durísima Sesión de Control.
Mariano Rajoy, que dos meses después sería elegido presidente del Gobierno, atacó con dureza a Zapatero.
“Señor presidente, deja usted una herencia envenenada. Aunque también es verdad que deja lecciones para el futuro. La primera es que en economía hay que hacer un buen diagnóstico de la realidad y no engañar. No se puede decir no hay crisis, somos los mejores, los mejor preparados, nuestro sistema financiero es el mejor del mundo”, empezó diciendo Rajoy.
“La segunda es que hay que gobernar con un plan. No se puede gobernar con ocurrencias, improvisaciones, rectificaciones y pensando solo en las próximas 24 horas. La tercera lección que deja usted es que no hay que generar falsas expectativas. No se puede decir que vamos a estar al nivel de Francia o de Alemania o que estamos en la Champions League de la economía cuando no es verdad…”, prosigue Mariano Rajoy ante la mirada atónita de Zapatero.