El futuro del Real Madrid es la gran prioridad de la actual directiva. Siempre mirando hacia adelante y sin miedo del cambio generacional.
Sergio Ramos, Marcelo, Modric, Casemiro, Benzema... Toca mirar el futuro y pensar en que no estarán de manera infinita sobre el césped.
El Real Madrid debe reforzar su plantilla como toca, con sangre fresca, y en la cantera tiene multitud de opciones. Mirando al mercado, sí, pero también con las ideas muy claras.
Los madridistas tienen a hombres como Mendy, Odegaard, Lunin, Fede Valverde, Vinicius Júnior, Rodrygo Brahim, Kubo, Reinier... Y han demostrado estar preparados para la nueva oleada de cracks que se viene, en pleno reventón del mercado.
El '11' galáctico de 565 millones del que está muy pendiente el Real Madrid para la 2021-2022
Solo hay dos que no tienen sustituto
Las únicas dos plazas que todavía carecen de sustituto es la de Sergio Ramos y la de Carlos Henrique Casemiro.
Ambos sustitutos podrían estar ya en casa, a juzgar por lo que dicen algunos directivos, a sabiendas de que hay potencial de sobra en Valdebebas, en la cantera.
Para sustituir a ambos se podría tirar del filial, del Juvenil de Raúl González, del equipo que se ha plantado en la final de la Champions League Juvenil, en Nyon, y que está deslumbrando.
Camavinga le lanza un mensaje directísimo a Zidane y al Real Madrid
Pablo Ramón y Antonio Blanco, ¿las soluciones?
Suenan muchos nombres como Upamecano, Koundé, Pau Torres, Badishile, De Ligt, pero lo cierto es que el tapado ya podría estar en el Real Madrid: Pablo Ramón.
En el caso de Casemiro también se han deslizado multitud de opciones, desde Pogba, pasando por Fabián y terminando en Camavinga, pero quizá la solución también está en el Juvenil con Antonio Blanco.
Ambos jugadores han sido los sorpresones de la Youth League y se antojan como vitales en el futuro del club. En el seno madridista, tal y como ha podido saber Don Diario, ya esperan la llamada de Zidane para que les dé bola en el primer equipo.
Más de 50 millones de euros: Florentino Pérez ya teme la negociación del 2021