El primer y emotivo mensaje de Sara Carbonero tras el infarto sufrido por Casillas

Carbonero ha querido agradecer las muestras de cariño dirigidas a su marido tras el infarto que sufrió

02 de Mayo de 2019
El primer y emotivo mensaje de Sara Carbonero tras el infarto sufrido por Casillas
El primer y emotivo mensaje de Sara Carbonero tras el infarto sufrido por Casillas

La pareja formada por la periodista, Sara Carbonero y el futbolista del Oporto, Iker Casillas, es una de las más consolidadas. (¡¡Sara Carbonero saca su mal genio ante una impertinente pregunta sobre su marido Iker Casillas!!)

Tanto en lo personal como en lo profesional les va muy bien y se encuentran felices con su vida en Oporto. (Los negocios que mantienen llenos los bolsillos de Iker Casillas y Sara Carbonero)

El susto de Iker

Mientras entrenaba con su equipo, Iker, empezó a sentirse indispuesto. 

La rápida actuación de los médicos hizo que su dolencia no fuese más grave y se encontrase fuera de peligro. 

Al parecer, el guardameta del Oporto sufrió un infarto agudo de miocardio

Ahora se recupera en el hospital y afortunadamente todo ha quedado en un susto. 

La reacción de Sara

Sara se encontraba a unos 800 km de su marido. Concretamente en Tarifa. 

Estaba trabajando para Deportes Cuatro y rápidamente acudió al hospital en el que se encontraba Iker. 

Junto a una foto de ambos juntos en Instagram, Carbonero agradecía las muestra de cariño e interés que había suscitado el estado de Iker. 

"Afortunadamente todo ha quedado en un susto. Muchísimas gracias por todas las muestras de cariño y preocupación. Como me decía hoy una buena amiga, la vida tiene a veces esa extraña manera de recordarnos celebrar cada latido”, escribía la mujer de Casillas junto a dos imágenes en las que podemos verles juntos en el hospital. 

Iker, también quiso agradecer el cariño recibido, colgando una foto en su cuenta de Instagram. "Todo controlado por aquí, un susto grande pero con las fuerzas intactas. Muchísimas gracias a todos por los mensajes y el cariño", decía el guardameta.