Seguramente motivado por la prodigiosa actuación que tuvo Blake Griffin la noche anterior con 50 puntos, Stephen Curry salió la pasada madrugada dispuesto a mejorarlo y acaparar todos los focos. En una noche donde vimos la primera victoria de LeBron James con los Lakers, un duelo de triples dobles entre Antetokounmpo y Simmons o el enésimo recital de Donovan Mitchell para ganar a los Rockets, el jugador de los Warriors fue el que se llevó las portadas.
Sus 51 puntos con 11 triples de 16 intentos quedarán ya para la historia. Además lo hizo en 31 minutos, sin necesidad de jugar en el último cuarto porque el partido ya estaba resuelto. El resultado final fue de 122 frente a 144 para Golden State frente a Washington, aunque jamás sabremos lo que pudo haber sido si Curry hubiese jugado el último parcial.
Ya en el primer cuarto, Stephen alcanzó los 23 puntos, haciendo presagiar una noche de esas mágicas que regala en más de una ocasión. Regaló triples desde todas las distancias, posiciones y formas. Un extenso abanico de posibilidades que hacen al base imparable cuando entra en trance.
Curry estuvo también acompañado por Durant y Thompson, sus inseparables escuderos, aunque en ocasiones se van rotando el protagonismo. Entre los tres anotaron 100 puntos (Durant 30 y Thompson 19) y fue la primera vez desde 2009 que un trío de jugadores del mismo equipo alcanzaba el centenar de puntos en un partido. En el último precedente, Pau Gasol formó parte junto a Kobe Bryant y Trevor Ariza.
Todos los récords de una noche mágica
Una actuación así es de suponer que deje numerosos récords para Stephen Curry. El base de los Warriors lleva en este inicio de temporada 33 triples, más que cuatro franquicias de la NBA.
Además, Curry ha entrado ya en el top 5 de máximos triplistas de la historia, superando a Jamal Crawford, todavía en activo. Stephen suma ya 2.162 triples y va directo a por Kyle Korver, cuarto clasificado con 2.214 y que también sigue jugando. Lejos todavía queda el líder absoluto, Ray Allen, que anotó 2.973 lanzamientos.
Stephen también ha sumado su décimo partido anotando diez o más triples, algo que nadie en la historia ha hecho en más de tres encuentros. Por último, el tres veces campeón de la NBA, acumula 5 partidos con al menos 50 puntos y 10 triples, algo que sumando el resto de jugadores en la historia solo se ha hecho en tres ocasiones.
Se quedó sin batir por poco su récord de anotación en un partido, cifrado en 54 desde 2013 y el récord absoluto de triples en un partido de la NBA, que ostenta él mismo con 13 desde hace ya dos años.