Pablo Casado sigue trabajando para intentar cumplir con su principal propósito electoral: evitar que Pedro Sánchez siga en La Moncloa. (¡¡Casado exige a Sánchez responder a la provocación de Torra con el 155!!).
Para ello, el líder del PP ha pedido renuncias al resto de partidos políticos para evitar que se pierdan votos y que la ley electoral acabe premiando al actual presidente del ejecutivo español y a sus aliados podemitas.
Pero el presidente tiene un as guardado bajo la manga: quiere hablar con Santi Abascal, líder de Vox, y Albert Rivera, líder de Ciudadanos, para debatir renuncias de todos ellos y evitar que la división en tres partidos de la centro derecha se convierta en la continuidad de Sánchez como presidente.
Hay que destacar que la primera maniobra del líder popular no ha acabado de cuajar. Dicha artimaña consiste en ofrecer a los de Rivera una candidatura conjunta en el Senado para no perder la mayoría absoluta en la Cámara Alta, que es la misma que se encargará de decidir la aplicación del 155 en Cataluña.
Pero lo que realmente ha pasado es que el cerebro de Ciudadanos se puso a la defensiva y ha negado cualquier pacto de esta índole con el PP.
¿Y qué pasa con Vox?
La idea de Pablo Casado era no excluir a Vox, sino cerrar lo comentado anteriormente con los naranjas para posteriormente hacerlo con los verdes. (El drama que ha vivido Pablo Casado con su hijo: ¡Tres días en coma!).
Más o menos, lo que busca el líder de los azules es seguir la ruta de negociación trazada en Andalucía, la misma que logró apear del Gobierno andaluz a Susana Díaz.
Así pues, Casado pidió a la formación liderada por Santi Abascal que no se presentara en aquellas circunscripciones en las que sus votos pudiesen correr el riesgo de no servir para sumar escaños y sacar así a los socialistas del poder.
Sin embargo, la respuesta de Vox fue clara: que sus votos no restan y que el voto inútil había sido precisamente el que había permitido a Rajoy desaprovechar en el pasado sus mandatos para acabar con el separatismo y las leyes ideológicas de izquierdas.
El modelo de renuncia múltiple, sobre la mesa
Casado ofrecerá algo más a pesar de todo: el modelo de renuncia múltiple. (Casado: "Me saco el sombrero ante Pablo Iglesias e Irene Montero... ¡Son unos padrazos!").
Uno con renuencias cruzadas de las tres formaciones para evitar que el fraccionamiento del voto de centro derecha entre tres partidos acabe siendo el único argumento para que Sánchez renueve su mandato con los separatistas, comunistas y proetarras.
Las listas están ya definidas, pero las opciones de sacrificio por parte de todos los jugadores de la compleja 'partida de ajedrez' existen aún.
Desde la renuncia 'in extremis' dependiendo de la marcha final de las encuestas, hasta la petición de voto cruzado entre los tres partidos dependiendo de las expectativas de triunfo en cada circunscripción.
En el seno del PP señalan que “lo importante es el futuro de España. Y haremos los sacrificios que hagan falta por ese fin. Esto no es cuestión de partidos: lo es de ayudar a España”.