Sergio Ramos fue uno de los grandes protagonistas de la brillante, pero sufrida, victoria ante Rumanía. El capitán del Real Madrid marcó desde los once metros y dejó uno de los detalles del encuentro. (La 'traición' que ha vivido Sergio Ramos dentro de su propia familia)
Al marcar, se dirigió a la cámara, poniéndose las dos manos en los ojos y ‘emulando’ unas gafas. El gesto pudo llevar a inequívocos ya que el árbitro era Deniz Aytekin, el héroe del Barça-PSG de 2017, pero nada más lejos de la realidad.
Vio una inexplicable amarilla
El propio Ramos lo explicó en zona mixta y en un tweet posterior. Vio amarilla, al entenderse como una celebración polémica, pero el zaguero demostró que no tenía esa misma intención.
Para su sobrino
Ha sido una confusión y después lo hablé con el árbitro. Con tanto ruido, es difícil conocer esa interpretación. Después de la explicación, pues obviamente más fácil. Era para mi sobrino José María que llevará gafas y los dos las llevamos", explicó.