Max Verstappen corrió a un gran nivel en el Gran Premio de Singapur, consiguiendo la segunda posición. Sin embargo, Red Bull tiene la intención de cambiarle el motor de cara al Gran Premio de Rusia, lo que supondría una fuerte sanción para la escudería, por tanto, para el piloto holandés.
El director de Red Bull, Christian Horner, confirmó que Verstappen no está cómodo con su coche y probablemente en Rusia se cambie el motor de su monoplaza. Al parecer, el piloto holandés escuchó ruidos y sintió vibraciones durante todo el fin de semana, y aunque los mecánicos no encontraron el problema habrá cambio de motor en Sochi… con la sanción que eso conlleva.
Horner, consciente de que habrá consecuencias
“Aceptamos el riesgo de montar este motor, que tiene más potencia y nos permitió clasificar en la primera fila el sábado y terminar en el podio el domingo. Ahora tenemos que analizarlo, pero parece que Sochi es el lugar adecuado para cambiarlo y recibir una sanción”, admitió el director de la escudería.
En el caso de que finalmente se produzca este cambio, Verstappen tendrá que rodar en última posición de inicio en el Gran Premio de Rusia después de haber sobrepasado el límite de cambios permitidos. Una penalización que, sin embargo, parecen aceptar en Red Bull para mejorar el rendimiento de sus monoplazas.