¡¡Europa le da la espalda a España!! Nada bueno y solidario se puede esperar de la UE

Los países del norte de Europa no confían en la gestión económica de los últimos años de España.

02 de Mayo de 2020
¡¡Europa le da la espalda a España!! Nada bueno y solidario se puede esperar de la UE
¡¡Europa le da la espalda a España!! Nada bueno y solidario se puede esperar de la UE

Pedro Sánchez confía en la solidaridad de la Unión Europea para combatir la brutal crisis económica que está produciendo el coronavirus de Wuhan en el país. También Italia cuenta con la Unión Europea para solucionar parte de sus problemas económicos tras esta grave crisis sanitaria.

Sin embargo, los países del norte de Europa no están tan de acuerdo con la política de solidaridad económica de la UE, y se han opuesto rotundamente a rescatar a ambos países, basando sus objeciones en la falta de seguridad económica y financiera que transmiten los países del sur de Europa.

"Lo que ni el norte de Europa ni en Alemania se suele explicar es por qué españa y otros países pidieron rescates en la anterior crisis, y eso ha generado la percepción de que todos los rescates se debieron a una política fiscal irresponsable" explica Marcel Jansen, profesor de la UAM e investigador de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).

Y es este precedente el que provoca que el pensamiento de los partidos de derecha euroescépticos derive en que "si estos países piden dinero ahora, es porque no tienen sus cuentas en orden, y en Holanda tenemos unas necesidades enomes, así que antes de darle dinero a España mejor lo gastamos en los holandeses".

Una deuda perpetua que no se traduce en medidas de ajuste

"La idea de una deuda perpetua que se paga gracias a las transferencias de la Unión Europea hacia el sur es algo difícil de digerir para el norte" explica el profesor holandés.

Y es que, a pesar de que los países del norte entienden que España e Italia han sido los "más golpeados" por la crisis sanitaria, ellos también han tenido que realizar un fuerte desembolso en la lucha contra el coronavirus, provocando únicamente en Holanda un déficit de 90.000 millones, un 12% de su PIB.

Además, la crisis de 2008 ha puesto en evidencia la falta de coordinación y de estabilidad económica de España e Italia , que "son dos de los países más endeudados y que menos éxito han tenido en reducir su deuda en la recuperación". "España ha fallado en la recuperación de la crisis de 2008, en ser más ambicioso en reducir sus niveles de endeudamiento" afirma Jansen al Confidencial. Eso sí, el país sigue gozando de la "simpatía y una reputación más que respetable" gracias a la relajación de la deuda al PIB en los años 90.

Atrás quedó el tiempo en el que España contaba con el apoyo de los países europeos en sus políticas económicas, ya que las últimas reformas y propuestas del Ejecutivo socialista no han sido entendidas por Europa, ni siquiera antes de la crisis del coronavirus.

"En el norte de Europa hay cosas que no se explican de España, como querer derogar una reforma laboral cuando se tiene un 14% de paro, o pretender por medio de una ley que se garantice el poder adquisitivo de todas las pensiones sea cual sea el futuro cuando tienes un déficit estructural del 1,8% del PIB en tu sistema de Seguridad Social".

"Ver España con una deuda cercana al 100% de su PIB y que ahora necesita asistencia financiera es frustrante" admite el profesor "cuando Holanda tiene superávits desde 2018 y Alemania desde 2015, y ahora se les tilda de insolidarios por no querer traspasarlos al sur [...] una cosa es cierta: si estás altamente endeudado es porque no has hecho lo suficiente para reducir tu déficit" afirma. (¡¡España se va a pique!! Paro y desplome económico. Estas son las tremendas previsiones del Gobierno)

Y, aunque al final "todos estemos en el mismo barco" y Europa acabe financiando levemente la deuda española, la visión de los países del norte cada vez es más crítica hacia nuestro país, al que muchas veces tildan de irresponsable económicamente, ya no sólo los altos cargos políticos, sino también los medios de comunicación y la ciudadanía, que ve cómo sus esfuerzos económicos se destinan a ayudar a países menos estrictos en reducir su deuda con la comunidad europea.