Hay decisiones arbitrales que no se pueden justificar. En el derbi de este domingo, Hernández Hernández decidió no pitar penalti por una clamorosa mano de Felipe a pesar de que desde el VAR le pidieron que fuera a verla. En televisión se veía con claridad que Felipe interrumpía la trayectoria del balón, que iba hacia Casemiro en posición clara de gol. Sin embargo, el árbitro canario no lo quiso pitar.
Más allá de argumentos a favor o en contra de la decisión, es muy sencillo establecer si hubo o no escándalo solamente con las declaraciones de Cristóbal Soria al respecto durante el Chiringuito Inside del derbi. Soria no está bajo sospecha de ser madridista.
La Fábrica solo tiene una cosa que envidiar a La Masía: el bombo mediático
El reconocido antimadridista hizo un comentario sobre los penaltis por mano que refleja a la perfección que desde el VAR entendieron que era penalti claro: por este motivo llamaron a su compañero a monitores. Hernández Hernández hizo caso omiso. Vio la jugada siete veces en menos de un minuto y decidió que no había infracción por sus narices. Ole tú.
Esta decisión va a traer cola, porque puede ser decisiva en el desenlace de la Liga. Con ese penalti, el Real Madrid podría haber ganado el derbi y haberse acercado a solo 2 puntos al Atlético de Madrid con muchos partidos aún por delante.
Las palabras de Cristóbal Soria
Lo que dijo Soria fue lo siguiente: "Me parece muy bien que se hayan pasado dos horas explicándolo y hayan puesto diez supuestos de manos, pero no ha servido de nada porque a la primera de cambio el árbitro de VAR ha interpretado penalti, porque si le ha llamado es porque ha interpretado penalti, y el de campo lo ve, lo vuelve a ver y sigue habiendo dudas", planteó Soria, intentando hacer ver que no era una jugada clara.
Sin embargo, él mismo se contradijo al expresar que el VAR no entra en las jugadas que no son claras: "Me da igual la interpretación o no, tú puedes defender que estaba bajando la mano. Si no es una jugada clara y meridiana el VAR no tiene que entrar. Si no es clara y meridiana, es una jugada gris y nos han explicado de todas las formas posibles que en las jugadas grises no tiene que intervenir el VAR", espetó.
Blanco y en botella. Para González González, que estaba en el VAR, no era una jugada gris: era una jugada de penalti clara, como para prácticamente todos los espectadores imparciales. Mano despegada del cuerpo e interrumpe una jugada de gol. Cualquier otro árbitro de Primera División habría pitado penalti. No así Hernández Hernández, uno de los árbitros que más han perjudicado al Real Madrid en los últimos años. ¿Casualidad?
El madridismo vuelve a sentirse atracado en un partido decisivo. No es la primera vez, y seguramente no será la última.