Vinicíus Jr. es el nombre de la temporada 2021/2022 en LaLiga. El brasileño ha explotado finalmente en un Real Madrid donde si bien todos se frotan las manos con el desempeño de un futbolista llamado a ser uno de los pilares del equipo en la próxima década, nadie quiere correr los riesgos del pasado. En Valdebebas saben que pese a ese clic en la mentalidad del extremo, resta todavía mucho trabajo para evitar que casos como el de Robinho se repitan con el hombre que tiene enamorado al madridismo.
La llegada de Carlo Ancelotti supuso un punto de inflexión en Vinicíus. El italiano llegó con la promesa de recuperar la sonrisa de un jugador afectado por la irregularidad del equipo en el último curso y de momento, nadie puede dudar que su trabajo da resultados tanto dentro como fuera del césped.
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Al brasileño se le ve diferente, con una confianza absoluta en su juego y con el hambre de gloria que exige durante 24 horas ser jugador del Real Madrid. Hasta aquí todo es alegría, pero nadie en Concha Espina se olvida de los fantasmas del pasado.
La explosión del nuevo niño mimado del madridismo recuerda y mucho por momentos a la que tuviese un joven Robinho allá por el 2006. Aquel crack proveniente del Santos irrumpía con fuerza en un Bernabéu que se enamoró de sus regates, velocidad en carrera e incluso de las comparaciones con el Rey Pelé. La confianza, responsabilidad y consentimiento de las actitudes del brasileño por fuera del terreno de juego fueron llegando hasta un punto de no retorno que acabaría en un divorcio que nadie quiere ver con Vinícius.
Evitar presión, una de las claves
Todos en la capital saben que tendrá que ser importante, pero que ni mucho menos hay que tirarle el peso del equipo a un futbolista que no olvidemos, tiene apenas 21 años. Sus 10 goles y 5 asistencias en lo que vamos de temporada le dan un estatus de indiscutible dentro de la plantilla, más nadie quiere que el brasileño queme etapas en su desarrollo de manera apresurada.
Es justamente este uno de los ítems que Real Madrid quiere evitar con Vinicius para que se esfumen los fantasmas del ‘caso Robinho’, a quien la número 10 en la espalda y la presión de medios o compañeros fue superando con el correr de los meses en el Bernabéu. Si bien aquel equipo contaba con nombres de peso de la talla de Raúl, Guti, van Nistelrooy o Casillas, Robinho fue empujado hacía un lugar de crack imposible de manejar para un chico que apenas superaba la mayoría de edad en ese entonces.
“Tiene confianza y está jugando más por dentro. Hacer un uno contra uno en el área no es lo mismo y lo está haciendo muy bien. Le pongo y le doy la confianza que merece. No soy un mago. Intento hacerlo lo mejor posible y dar la máxima confianza a los jugadores”, comentaba Ancelotti días atrás sobre cómo manejar la cabeza de un futbolista que pese a no tener techo en este momento, nadie quiere apurar en Real Madrid.
Eso sí y a diferencia de lo ocurrido 15 años atrás, el entorno de Vinicíus también colaborará en este objetivo. Sus familiares y amigos le quieren meramente enfocado en el terreno de juego, lejos de la vida nocturna de Madrid y con la cabeza fría para cuando vengan los tiempos de vacas flacas. En Real Madrid empiezan a ver los frutos de su trabajo con un futbolista con el que quieren evitar cualquier similitud con el ‘caso Robinho’.