El Real Madrid tiene más que encarrilada la operación salida. Se espera que en las próximas horas se cierren acuerdos por James Rodríguez, Brahim Díaz, Mariano, Óscar Rodríguez y Borja Mayoral. Estos cinco futbolistas tienen negociaciones muy avanzadas con Everton, Milán, Benfica, Sevilla y Valencia respectivamente.
Esto significa que Zinedine Zidane está cada vez más cerca de poder hacer algún refuerzo de cara a la nueva temporada. La premisa era dejar salir antes de entrar, y el club blanco está haciendo los deberes a pasos agigantados. Con las salidas de estos cinco futbolistas, el Real Madrid habría conseguido liberar ya a la gran mayoría de los descartados por el técnico francés.
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Ahora, faltan solo tres casos que posiblemente sean los más espinosos de todos junto al de James. Nos referimos a Sergio Reguilón, Dani Ceballos y sobre todo Gareth Bale, el gran marrón del Real Madrid.
Actualmente, el Real Madrid cuenta con 27 futbolistas en su plantilla, si damos por hecho que además de Odegaard se incorporarán a la primera plantilla Lunin y Odriozola tras volver de sus respectivas cesiones. Esto significa que hay que deshacerse de como mínimo dos jugadores. De entre esos tres, si Zidane tuviera que quedarse con uno elegiría a Dani Ceballos.
Los tres deben buscarse equipo
Sin embargo, la preferencia del Real Madrid es encontrarles equipo a los tres. Sergio Reguilón tiene muchas posibilidades de seguir en Sevilla cedido o traspasado con opción de recompra. El Chelsea, que estaba muy interesado en su fichaje, ha contratado ya un lateral izquierdo por lo que el Pizjuán es su mejor opción.
En el caso de Dani Ceballos, el Arsenal quiere seguir contando con él y además tiene otras alternativas en la Liga Española, como el Real Betis o el Valencia, que han sonado como posibles candidatos a su contratación. El de Utrera seguramente volverá a salir cedido para incorporarse al Real Madrid cuando Modric finalice su contrato.
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Finalmente, Gareth Bale no se plantea moverse del Real Madrid mientras nadie le pague lo que gana en el club blanco. El galés no juega, pero está cómodo en la capital de España. Hace tiempo que da la sensación de que no le importa perderse todos los partidos mientras tenga la nómina en el banco. Y su presencia dificulta mucho que el club pueda acudir al mercado para reforzar ninguna posición.
Si los tres se marcharan, el Real Madrid se quedaría con 24 jugadores en su plantilla. Zinedine Zidane preferiría que fueran 23, como suelen ser habitualmente. Pero es difícil recortar por ningún lado más. Con lo puesto más la incorporación de Odegaard, los blancos volverán al asalto de la Liga y la Champions una temporada más.