A lo largo de su extensa producción artística dio buena muestra de ello al dejar detalles subliminales relacionados con esta ciencia.
De hecho, hace unos años unos investigadores descubrieron en uno de sus frescos de la bóveda de la Capilla Sixtina (llamado) 'La separación de la luz y las tinieblas') que el pintor camufló de forma bastante real y precisa un cerebro y su unión con la columna vertebral en el cuello del ser que representa a Dios.
Parece ser que Miguel Ángel quiso realzar la importancia de este fresco ocultado esta sofisticada representación neuroanatómica en la imagen de Dios han señalado al respecto estos investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins (EE.UU).
Así, este cerebro se sumaría al ya percibido con anterioridad en el fresco 'La creación de Adán', en el que también se intuye este órgano tras las sombras que rodean a la representación de Dios.
Y es que es de sobra conocido que Miguel Ángel visitó en vida los depósitos de cadáveres con el objetivo de diseccionar algunos de ellos para estudiar y analizar el cuerpo humano, por lo que no sorprende que llevara su pasión al terreno del arte y supiera disfrazar estos diseños gracias a su genialidad.