Se esperaba que probara que el deseo de su hijo era ser padre después de muerto, pero no lo demostró. Se apoya en que Alessandro Lequio, lo sabía y que fue testigo de las palabras de su hijo.
Ana Obregón emocionada, recordaba como estaba su hijo en sus últimos días y explicó cuáles fueron sus últimas palabras: "Mira mami, papá, si a mí algún día me pasa algo, yo quiero dejar en este mundo algo mío. Yo quiero que utilicéis el semen".
Como su estado no le permitía levantarse se firmó un testamento ológrafo en que decía: "En caso de que fallezca, quiero y doy derecho a mis padres a que utilicen este semen para que quede algún hijo o hija mío en la tierra" El documento fue llevado a la notaría, firmado por Alessandro y las hermanas de Ana. Aless Lequio designó a su ex, Carolina Monje como receptora de sus muestras y ella renunció ante notario.
Ana Obregón sigue sin demostrar el paradero de los fondos
Ana recordó que fue Alessandro Lequio quien la consoló y le salvó la vida cuando le dijo: “Ana tienes algo muy importante, tienes que cumplir la última voluntad de nuestro hijo".
En cuanto a los ingresos de la fundación, tampoco aclaró si entregó o no el adelanto por el libro “El chico de las musarañas”, de momento no ha mostrado ningún documento. De hecho, no ha demostrado que si de todos los ingresos que ha tenido por las exclusivas en revistas y en televisión, ha destinado alguna cantidad para la fundación.
En definitiva, aunque Ana quiera facturar, tendrá que renovar el repertorio. Hasta ahora todo se repite.