Mariló Montero ha experimentado un gran alivio. Después de una prolongada disputa legal de nueve años, Diego Arrabal y Gustavo González fueron sentenciados este jueves a diez meses de prisión.
Además, deberán cubrir las costas judiciales y enfrentar una multa de seis euros diarios durante ocho meses. La presentadora buscaba seis años de cárcel y una indemnización de 265,000 euros para los paparazzi que la fotografiaron en topless durante unas vacaciones en Bora Bora. En respuesta a la resolución, Montero expresó su gratitud hacia los jueces y aseguró que esto era solo el principio.
El equipo legal de la comunicadora informó a El Español que se siente "agradecida con la Justicia", considerando que la condena representa "un avance en la defensa de la intimidad de una persona pública".
Considera que esto es sólo el comienzo
Opina que este logro beneficia no solo a ella, sino también a otras personalidades que sufren acoso mediático. Los abogados de Montero aseguran que esta sentencia será un punto de referencia en asuntos vinculados al seguimiento de figuras públicas, siendo la primera condena de este tipo para paparazzi.
Dado que la decisión judicial no es definitiva, Arrabal y González tienen la opción de apelar ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña en un plazo de diez días. Se informa que ambos planean impugnar la sentencia.
Adicionalmente, la sentencia de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Barcelona anunció la "inhabilitación especial de Arrabal y González para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante la condena y para cualquier actividad vinculada a agencias de prensa por el mismo período". Arrabal fue el primero en reaccionar tras la sentencia, expresando su decepción en redes sociales y alegando que le advirtieron hace años sobre una persecución en su contra.