El reciente paso de Carmen Borrego por el reality show "Supervivientes" ha sido objeto de un análisis, destacando especialmente su abrupta salida debido a problemas de salud mental. La experiencia de Borrego en la isla ha sido calificada por algunos como decepcionante, mientras que otros han cuestionado su participación desde un principio.
Joaquín Prat, conocido presentador, ha expresado su opinión sobre la participación de Carmen, señalando que, si bien es cierto que su presencia en el concurso estuvo condicionada por problemas de ansiedad y traumas no resueltos, su desempeño ha sido objeto de críticas desde el inicio. “Partiendo de la base que ha dejado claro que, por prescripción médica, por esos cuadros de ansiedad y por no haber lidiado con cuestiones con las que ella creía haberlo hecho, como el fallecimiento de su madre…partiendo de eso y dejándolo claro, para mí el concurso de Carmen no ha sido decepcionante, ha sido muy decepcionante desde el principio”.
Prat sugiere que su participación podría haber estado motivada por razones distintas al desafío del programa, dejando caer que pudo haber acudido con la idea preconcebida de que no iba a estar mucho tiempo. "Esto a algunos, a mí no, les lleva a pensar que quizá Carmen fue a ‘Supervivientes’ firmando que iba a estar tres semanas y si te he visto no me acuerdo. Carmen ha ido de la abuela de la isla teniendo solo 56 años".
Un concurso muy decepcionante
El contexto de la separación de su hijo durante su participación ha agregado una capa adicional de complejidad emocional a la experiencia de Carmen. La noticia de la ruptura de su hijo José María Almoguera y Paola Olmedo llegó a ella mientras aún estaba en la isla, causando un impacto devastador en la hermana de Terelu.
La decisión médica de retirarse del programa subraya la gravedad de la situación de Carmen. A pesar de su intento por mantenerse firme y continuar, su salud mental se convirtió en un obstáculo insuperable.
El regreso de Carmen a España no estuvo exento de la atención mediática. La prensa aguardaba ansiosa en el aeropuerto, para tratar de obtener declaraciones sobre la ruptura de su hijo. Sin embargo, Carmen optó por refugiarse detrás de los cascos proporcionados por la organización, evitando así las preguntas de los reporteros y avanzando rápidamente hacia su destino.