Isabel Pantoja ha abandonado su encierro. Tras meses en Cantora, limitándose a asistir solo a sus conciertos y compromisos laborales, la intérprete de 'Hoy quiero confesar' ha vuelto a la escena pública. Ahora, se la ha visto en compañía de alguien que no es su inseparable hermano Agustín. Este cambio marca una decisión de la madre de Kiko Rivera de reconectar con sus amistades y liberarse un poco de la espiral de tristeza, aunque implique distanciarse de uno de sus pilares fundamentales.
Agustín y Isabel comparten cada momento del día. Él es su fiel amigo, hermano, representante, compañero y escudero. Esta relación ha sido objeto de críticas, llegando algunos a afirmar que la influencia de su hermano en las decisiones de la cantante es demasiado grande. A pesar de ser un elemento esencial en la vida de la artista, ahora Agustín se ha apartado un poco de sus últimos planes. Un gesto que la podría acercar nuevamente a sus hijos.
Según informa Lecturas, Isabel Pantoja está recuperando sus amistades y vida social sin la presencia constante de su hermano. De hecho, Agustín nunca formó parte de este círculo de amigas, donde destaca la presencia de Mariló. Isabel ahora se mueve independientemente, retomando su vida después de la pérdida de su madre. Ambos hacen sus planes por separado, ella en Córdoba y él en Madrid.
Kiko Rivera e Isa Pantoja no se llevaban bien con su tío Agustín
Isabel pasó varios días en la ciudad andaluza junto a su amiga, responsable de gestionar sus tratamientos de salud en la localidad. Hacía mucho tiempo que no se veía a la madre de Isa Pantoja disfrutando de su tiempo libre de manera relajada y en compañía de alguien que no era Agustín. Mariló, conocida como un gran apoyo junto al hermano de la artista, incluso se convirtió en la mano derecha de Isabel tras la trágica muerte del esposo de la cantante. Un momento en el que Agustín abandonó todo para convertirse en un pilar fundamental.
La decisión de Agustín de abandonar su carrera musical tras aquel incidente también afectó a toda la familia. Durante años, la mala relación entre tíos y sobrinos fue un secreto, pero con el tiempo, los conflictos familiares salieron a la luz. Isa ha confesado en varias ocasiones que Agustín siempre la trató mal y que desde niña se sintió menospreciada. La relación llegó al extremo de que Agustín dejó de hablarle cuando ella tenía 12 años, y nunca le explicaron la razón.
Además, Kiko Rivera emprendió una batalla legal al enterarse de que Agustín podría estar detrás de sus problemas financieros, presentando demandas por supuestos delitos de apropiación indebida, estafa y administración desleal. El DJ, cansado de la situación, recopiló información durante meses para demandar a su familia y recuperar lo que legítimamente le pertenecía.