Carlota Corredera, de publicar un libro para perder peso a esto: "Dejadlas"

El sorprendente cambio postura de Carlos Corredera tras su libro para perder peso

Carlota Corredera cambia de opinión con respecto a perder peso
Carlota Corredera cambia de opinión con respecto a perder peso

Vivimos en una sociedad actual donde todo hay que cogerlo con pinzas. Es muy delgada la línea entre dar tu opinión, tratando de ayudar al resto de personas y meterte en donde no te llaman faltando el respeto y que se tomen a mal tus consejos.

La última en comprobarlo ha sido Carlota Corredera. La ex directora y ex presentadora de Sálvame se encuentra alejada de la televisión después de su polémica salida del programa. Desde entonces, ha intentado relanzar su carrera sobre todo a través de su podcast.

Pero es en redes sociales donde se muestra más activa y donde ha surgido la última polémica. Y es que, sorprendía a todos al contestar haciendo alusión a una publicación que informaba que “los trastornos de la conducta alimentaria como la anorexia, ya afectan a niñas de 9 años”.

Carlota era clara en su mensaje ya que publicaba: “Dejad de opinar de los cuerpos ajenos y sobre todo dejad en paz a las niñas, maldit@s”. Un mensaje que si bien es cierto que es adecuado, hay que tener en cuenta que los problemas en cuanto a la conducta alimentaria es algo que hay que vigilar si ponen en riesgo la salud de las personas.

La sorprendente contradicción de Carlota Corredera

Ya decimos que siempre y cuando no ponga en peligro la salud de nadie, el mensaje de que hay que dejar en paz los cuerpos es el adecuado. Pero viviendo de ella sí que resulta especialmente llamativo que ahora sea la que abandere esta postura.

Sobre todo porque hace unos años, en 2017, era ella la que publicaba un libro que llevaba por título “Tú también puedes”, a lo que añadía un subtítulo bastante elocuente: “Cómo conseguí perder 60 kilos y ganar salud”. Era ella la que presumía de perder eso kilos y animaba a personas con sobrepeso a seguir su ejemplo.

Ya lo decía al principio, la línea es muy delegada, pero también lo es con ser coherente con el mensaje que tú mismo lanzas. Está bien ayudar a la gente, pero hay que dejar en paz a todos los cuerpos, que se sientan felices con ellos mismos, siempre y cuando no haya algún riesgo de salud.

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