Una multitud de periodistas y decenas de vecinos curiosos se han agolpado a las puertas de la iglesia de San Francisco de Borja de Madrid este sábado. Numerosos miembros del clan Borbón, incluyendo a los eméritos y sus hijas, las Infantas Elena y Cristina, asistieron al enlace.
Dados los estrechos vínculos familiares entre la Familia Real y el clan Urquijo Moreno, no es descabellado que pudieran acudir. Sin embargo, los Reyes han declinado la invitación que, muy probablemente han recibido por parte de los novios. ¿Por qué no han ido? Tienen razones de peso para 'evitar' dejarse ver entre los asistentes.
La primera causa que les ha impedido ser testigos de la boda son los compromisos profesionales. Y es que este fin de semana, concretamente el sábado a las 22:00 horas, el Rey Felipe VI tenía previsto presidir la final de la Copa de Su Majestad el Rey de Fútbol 2023/2024, en el Estadio de La Cartuja de Sevilla.
Durante este viaje de trabajo a la capital hispalense, el Rey vio el encuentro entre los equipos Athletic Club de Bilbao y el Real Club Deportivo Mallorca. Su cita con el deporte, al que acudió en solitario -sin su esposa-, le impidió acompañar a Martínez Almeida y a su prometida en el día más importante de sus vidas.
Tras la misa en la que se dieron el ‘sí, quiero’, los recién casados se trasladaron a la finca El canto de la cruz, en la localidad de Colmenar Viejo, para brindar y festejar por su unión.
En este banquete también se vivió un momento de lo más emotivo, ya que José Luis Martínez-Almeida pronunció un discurso en el que recordó a sus padres, Rafael Martínez-Almeida y Ángela Navasques, que fallecieron en 2012 y 2019 respectivamente. “De lo mucho que me ha pasado en la vida ellos son los responsables. Cuando te faltan tus padres siempre necesitas a alguien en quien descansar y confiar”.