El róver recopilará datos aproximadamente durante 100 días que ayudarán a la elaboración de los primeros mapas lunares, incluida la ubicación de los recursos hídricos, es decir, el agua.
Está previsto que la NASA envíe el vehículo robótico el diciembre de 2022, lo que significa que iría dos años antes de la misión Artemis, que consiste en enviar una tripulación nuevamente a la luna.
Su objetivo es encontrar agua congelada
El vehículo tendrá el tamaño de un carrito de golf y se denominará VIPER según ha informado la propia NASA. Contará con cuatro herramientas científicas. Dos de ellas son un taladro de un metro y un espectrómetro de neutrones.
El primer instrumento servirá para perforar la superficie lunar y obtener muestras mientras que el segundo se encargará de detectar niveles de humedad en la atmosfera.
Circulará principalmente por los polos
Los científicos de la agencia espacial están altamente interesados en los polos del satélite terrestre. Especialmente en el polo sur, donde creen que hay más posibilidades de encontrar agua congelada.
También les interesa ver la diferencia en las partes donde da el sol y en las que hay sombra. La presencia de agua supondría la existencia de hidrógeno y de oxígeno. Lo fundamental entonces, sería encontrar los niveles de cada uno.