En junio de 2013, José Bretón declaró como el único imputado por el doble asesinato de sus dos hijos: Ruth y José.
El asesino lo negó todo, habló en presente de sus hijos y su voz estremeció a España.
Un cinismo vomitivo
Sin titubear, José Bretón negó haber matado a Ruth y José el 8 de octubre de 2011 dándoles pastillas.
“Mi hijo, cuando sale de la guardería, viene corriendo a mis brazos”, dijo con una frialdad espeluznante.
“Mis hijos me adoran, no me temen, y yo les quiero a ellos con locura”
“Mis hijos me adoran, no me temen, y yo les quiero a ellos con locura”, fue el único momento en que balbuceó Bretón.
También negó haber incinerado a los pequeños en su finca de Las Quemadillas (Córdoba).
“¿El 7 de octubre, estuvo en la finca preparando las cosas donde iba a matar a sus hijos al día siguiente?”, le preguntaron.
“Eso que está usted diciendo es completamente falso”, respondió sin pestañear.
Cuando le preguntaron si había suministrado fuertes dosis de Orfidal y Motiván a los niños en el trayecto en coche, lo negó con la misma frialdad
“¿Mató usted a sus hijos?”, le preguntó la fiscal, “eso que está usted diciendo es completamente falso”, respondió.
“Solo bolsas de mi mujer. No sé qué tenían”
“¿Qué quemó?”, le preguntaron. “Solo bolsas de mi mujer. No sé qué tenían”, respondió.
La policía encontró restos de huesos humanos entre las cenizas, y varios informes aseguraron que podían ser los de Ruth y José.
José Bretón fue declarado culpable por unanimidad.