Era un médico con prestigio, reconocido y con una enorme profesionalidad, pero el WhatsApp y las mujeres lo llevaron por el camino de la amargura.
Los hombres en realidad son capaces de hacer cualquier cosa por sexo y a veces en vez de pensar con lo de arriba piensan con lo de abajo. (El Colegio de Médicos se indigna por la manipulación inmoral de Pasqual Maragall)
Un 'click' en el botón "enviar" de la app se convertiría en la peor de las pesadillas del 'doctor L', un reputado cirujano maxilofacial de 46 años en toda la Comunidad Valenciana.
Los destinatarios de los mensajes eran todas las mujeres que figuraban en su agenda telefónica. (Los medicos se oponen a que Zaplana vuelva a la cárcel)
¿Qué contenían los mensajes?
Los mensajes contenían tres videos en los que aparecía practicando sexo con compañeras de trabajo y amigas.
Dichos videos los había grabado el propio cirujano con su 'smartphone' en los lavabos o incluso en el antequirófano de algunas de las clínicas donde ejercía su profesión.
En primera instancia, el mensaje fue enviado a todas las mujeres de su agenda pero pocos días después, llegaron a miles de teléfonos que hicieron que el contenido se propagara exponencialmente por toda Valencia.
El médico no fue capaz de controlar la situación y solo bastaron siete días para que fuera despedido en varias de las clínicas y un hospital en los que operaba. (La RUINA de la propaganda indepe, en cifras: 2.500 médicos y 800 profesores al paro)
La versión del médico
'Doctor L.' aseguró este viernes a Vicente Useros de 'El Mundo' que en su móvil "había cuatro vídeos de contenido sexual" y que siempre fueron "con la misma compañera" -en ese momento su pareja sentimental- y "sólo uno de ellos fue filmado en el hospital valenciano".
Las demás grabaciones se produjeron en "entornos privados" y se realizaron "en los últimos tres años".
El facultativo aseguró que había sufrido el robo de sus teléfonos móviles y que no sólo se había difundido el contenido pornográfico, sino también enviaron mensajes con comentarios que él no había realizado en ningún momento.
Una actividad que para el afectado se traduce en varios actos delictivos que le han motivado a presentar tres denuncias: (Los Mossos cargan contra los médicos indignados y les impiden tomar el Parlament)
"Una primera denuncia por sustracción de móviles, la segunda por suplantación de identidad por mandar mensajes en mi nombre y la tercera por la difusión masiva, porque los mensajes llegaron a muchos de mis contactos, no sólo a uno".
El protagonista
L., oriundo de Castellón de la Plana, llegó a la ciudad del Turia para estudiar medicina.
Cuando terminó su formación académica se instaló allí definitivamente, y empezó a trabajar en el Hospital La Fe.
Abrió la primera de sus clínicas en la calle Colón en el año 2003 y tras ella, llegó la apertura de otras cinco y la creación de su propio grupo clínico dental repartido entre las ciudasdes de Valencia, Paterna, Aldaia y Castellón.