El nombre que estaba en boca de todos los presidentes autonómicos este viernes no era otro que el del presidente del Govern catalán, Pere Aragonès.
Y es que, a pesar de la relevancia que esta reunión tenía, tras la pandemia, en plena recuperación social, y negociación del reparto de los fondos europeos contra el Covid-19, el republicano catalán decidía no aparecer en la reunión con sus homólogos en Salamanca, justificándose criticando que el encunetro no garantizaba que se fuese "a trabajar".
Un desplante al resto de presidentes autonómicos, así como al presidente del Gobierno, que no implicará que Cataluña se quede fuera del reparto económico ni de los planteamientos que se debatan en Salamanca, ya que el catalán se reunirá con Sánchez, de forma privada, este próximo dos de agosto.
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Trato desigual que ha enfurecido al resto de presidentes autonómicos, que han visto un trato de favor a los independentistas catalanes por parte del Gobierno socialista, a pesar del contínuo pulso y enfrentamiento político expresados desde el Govern.
Una polémica que Pere Aragonès ha decidido evitar, no sólo con su ausencia en Salamanca, sino demostrando que sus intereses secesionistas se encuentran muy por encima de las preocupaciones de los catalanes a los que representa.
Visita independentista a Ginebra
Así pues, como última puñalada al presidente socialista antes de su encuentro en la Moncloa, Pere Aragonès ha decidido hacer coincidir su ausencia de la Conferencia autonómica con su visita a la fugada independentista Marta Rovira en Ginebra.
"Hoy me he reencontrado en Ginebra con Marta Rovira. Compañera, amiga y secretaria general de ERC" ha informado el propio president a través de sus redes sociales.
Un encuentro que se ha centrado en la vía independentista a seguir, y en el enfrentamiento con el Gobierno nacional: "Seguiremos luchando para que las personas exiliadas vuelvan a Cataluña y para conseguir la amnistía y la autodeterminación" ha asegurado el president, que ha vuelto a demostrar que los indultos otorgados por Sánchez a los secesionistas no consiguieron la "concordia" y el "entendimiento".