Mónica Sales, la última pelota de Puigdemont, "motor" 'gripado' del procés

La portavoz de JxCat en el Parlament se ha referido al fugitivo como "motor del procés": ahora se entiende todo

Mónica Sales, la última pelota de Puigdemont, "motor" 'gripado' del procés
Mónica Sales, la última pelota de Puigdemont, "motor" 'gripado' del procés

Mónica Sales, portavoz de JxCat en el Parlament de Cataluña, ha hablado en una entrevista para La Vanguardia refiriéndose a Puigdemont como "el motor del procés".

Sales asegura que el fugitivo que abandonó España en el maletero de un coche para no pagar las consecuencias de sus actos es su "referente político a escala global y por su fuerza". 

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No sabemos cuánto levanta Puchi ni si estamos hablando de la misma persona que conoce toda España y toda Cataluña: un cobarde, un cínico, un hipócrita, un embustero que dejó tirados a sus compañeros con sus ideales. Un comportamiento deleznable incluso más allá de que esos ideales no sean honorables. Y un 'motor' que se encuentra bastante 'gripado' en los últimos tiempos.

"Puigdemont es un líder indiscutible y la fuerza y el motor que nos hace seguir adelante en este proceso que vive Cataluña", han sido las palabras de Mónica Sales, que también se ha referido a Pere Aragonés como un político más "sosegado" y con un "liderazgo político emergente", ha dicho. No es de extrañar que si Puigdemont es el "motor" del procés este haya quedado estancado.

Mónica Sales, tránsfuga por Puigdemont

Mónica Sales es diputada en el Parlament de Cataluña desde el año 2018, y portavoz de Junts per Catalunya desde el pasado mes de junio, cuando sustituyó a Gemma Geis.

Nacida en Tortosa en el año 1983, es licenciada en Filología Catalana, tiene un máster en estudios superiores de lengua, literatura y culturas catalanas, y es doctora en Filología Catalana. A nivel político, ha sido presidenta del PDeCAT en Terras de l'Ebre hasta el pasado mes de agosto de 2020, cuando decidió hacer carrera en JxCat.

Seguramente su admiración por Puigdemont tuvo gran parte de culpa en esa decisión. Ahora le hace la pelota al líder supremo desde las páginas de los periódicos subvencionados por el independentismo catalán.

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Parece ser que se ha quedado con la leyenda catalanista de Puigdemont, pero no con la cruda realidad de un tipejo que no merece ningún tipo de alabanza ni admiración.