El excomisario de Policía José Manuel Villarejo tenía un plan, que se lo ofreció al gobierno de Mariano Rajoy a través de María Dolores de Cospedal, para acabar con el independentismo y poner orden en Cataluña, según datos que hoy aporta La Vanguardia.
Como no podía ser de otra manera, el plan que Villarejo ponía al servicio del gobierno central de Rajoy, llegaba con contrapartidas en forma de chantaje. Yo te doy información y tú a cambio me regalas inmunidad para otros clientes míos que la necesitan.
Pararle los pies a Puigdemont
Sucedió en febrero de 2017. Villarejo utilizó al marido de María Dolores de Cospedal y esquivando a Soraya Sáenz de Santamaría, que en aquella época era la que hacía y deshacía en el gobierno. Se trataba de pararle los pies a Carles Puigdemont, que entonces iba lanzado hacia un referéndum ilegal que permitiera la independencia de Cataluña.
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El excomisario, ahora en prisión, ofrecía al gobierno el acceso a 12.000 cuentas bancarias en Andorra, de las cuales 4.000 pertenecían a empresarios catalanes, muchas de ellas supuestamente vinculadas al Procés. Era su contribución a la lucha contra el separatismo que avanzaba en Cataluña a pasos agigantados. El precio de sus servicios pasaba por conseguir que determinadas acciones de otros clientes suyos quedaran inmunes ante la justicia. Y para ello necesitaba el respaldo de gobierno central.
"La pasta de Pujol y CiU"
“Tenemos información muy importante de lo que es la creación política catalana y toda la pasta que ha movido Cataluña aparte de los Pujol. Eso le va a ir de puta madre al Gobierno de ahora para cuando empiecen los mamoneos de presiones. Tenemos la posibilidad de acceso documental, gente que va a declarar, muchísima información, de toda la pasta que se ha movido, que va a afectar a cosas de los Pujol y tema CiU. Y eso al Gobierno español le puede interesar”, explica Villarejo en una cinta a la que ha tenido acceso La Vanguardia.
Se trataba de que Manuel Moix fuera nombrado fiscal jefe Anticorrupción para que abriera la investigación sobre cuentas andorranas relacionadas con el secesionismo catalán mientras que a la vez se cerrara el seguimiento de la pista de otras que afectaban a clientes suyos en la misma situación.
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El objetivo de Villarejo era "frenar las causas contra el BPA, banco con filial en Madrid, que fue intervenido por el Gobierno andorrano tras una denuncia de Estados Unidos por blanquear dinero procedente del crimen organizado".
"Acabar con los independentistas de una puta vez"
De esta manera Villarejo hacía un suclento negocio y de paso ofrecía información muy valiosa al Gobierno para ayudarle a liquidar el independentismo sacando a relucir sus trapos sucios. El ambiente en Cataluña estaba muy caldeado y se avecinaba un otoño caliente con el reférendum no pactado que finalmente se llevó a cabo.
Villarejo grabó una serie de conversaciones con Ignacio López del Hierro, el marido de la entonces secretaria general del PP y ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal. “Esto es muy importante, Ignacio, porque es acabar con los independentistas de una puta vez por todas, le explica en una llamada. “Es importante que el número 1 y 2 sepan la situación”... “Coméntale a María Dolores. Del único que me fío es del secretario de Estado, sobre todo para contarle los datos de Andorra que son una línea de investigación que machaca a todos estos independentistas. Son 12.000 cuentas de las cuales hay 4.000 empresarios catalanes. Y eso vendría de puta madre”.
"Pruebas para 'joder' a Cospedal"
Para captar su atención, le comenta que gente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) le están presionando para que cuente el papel que tuvo Cospedal en la operación Catalunya del 2012. “Obviamente les he mandado a cagar”, le dice.
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Villarejo le desvelaba información confidencial a Ignacio López del Hierro: "la persona que iba tras Cospedal era la vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría. Esa obsesión de la pequeñita por joder todo es que al final va a joder el país. Que es un marrón muy gordo el que tenemos en Cataluña, es que estamos locos”, sostenía Villarejo por entender que Soraya había filtrado datos de la operación Cataluña a la prensa haciendo ver que la autoría era de Cospedal.
El excomisario añadía: “Quieren crear una bronca mediática para cargarse el tema de Cataluña y para potenciar el apoyo de los Pujol y toda esta gentuza y lo estamos haciendo nosotros mismos. La gente del CNI y con el loco de Cosidó (exdirector general de la Policía) le están dando todas estas pruebas por joder a tu parienta. Esto es de locos”.