El independentismo catalán contempla como una de sus máximas premisas el supremacismo de la lengua catalana sobre el castellano en todos los ámbitos, tanto públicos como privados, de los habitantes de la autonomía catalana.
Tanto es así, que aquellos que optan por utilizar el castellano en su vida cotidiana, a menudo son perseguidos y señalados, tanto por los radicales separatistas como desde las instituciones públicas dirigidas por la Generalitat, que ven en estos 'constitucionalistas' verdaderos 'traidores' a Cataluña.
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Un supremacismo de la lengua catalana que intentan implantar, no sólo en las escuelas y negocios catalanes, sino también a nivel internacional, intentando presionar a la Unión Europea para que acepte el catalán como un idioma paralelo al castellano, francés o inglés... y ahora, también a los refugiados afganos.
Sin respeto por la tragedia humanitaria afgana
Así pues, mientras las miradas del mundo entero están puestas en Afganistán, donde se está viviendo una verdadera crisis social y humanitaria tras la llegada de los talibanes al poder en Kabul, los independentistas sólo ven una ocasión más que el 'castellano' podría estar aprovechando para hundir a la lengua catalana.
Así lo ha dado a entender el secesionista radical Josep Lluis Alay Rodríguez, ex Director de Relaciones Internacionales de la Diputación de Barcelona, que ha lamentado que los refugiados afganos que se encuentran en España vayan a aprender castellano.
"Hoy, un referente de la acogida de refugiados en Cataluña [...] explicó que ahora a los solicitantes afganos de asilo les tocan seis meses de aprendizaje de lengua castellana. Qué pena todo" se ha lamentado en su cuenta oficial de Twitter.
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Una queja que ha sido repetida por otros independentistas, que han querido sacar pecho de la 'solidaridad' de Cataluña, que no exigirá a estos inmigrantes, refugiados tras el horror vivido en su país de origen, aprender catalán.
"En la UB, que acogemos, ya hemos dicho que no tendrán que aprender catalán" ha presumido Mireia Oliva Herera, profesora de la Facultad de Farmacia en Barcelona, no sólo ignorando que el 56% de los catalanes usa el castellano como lengua habitual, sino también despreciando la situación humanitaria que viven estos refugiados, utilizando su tragedia para hacer apología del independentismo catalán.