La vía cada día más radical que está tomando el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha generado una sensación de desconfianza entre los alcaldes de su partido.
Puigdemont controla al PDeCAT a través de la vicepresidenta, Míriam Nogueras, y lo hace desde su residencia en Waterloo, lugar al que decidió 'mudarse' para evitar a la justicia española.
Nogueras es la encargada de llevar a cabo las órdenes de Carles Puigdemont y llevar a los miembros del partido a adoptar posicionamientos extremos.
A pesar de ello, muchos alcaldes han decidido no secundar esta vía que se vuelve más radical cada semana y pugnan por reconducir la situación abandonando la unilateralidad.
Además, muchos de ellos han hecho llegar a la cúpula del partido que no están dispuestos a apoyar a estrategia de confrontación con España.
"Puigdemont ha emprendido una huída hacia adelante, acelerando las propuestas más radicales de su lista", han explicado estos miembros del PDeCAT según una información de El Confidencial.
Los planes de Puigdemont
Carles Puigdemont ya ha diseñado la Crida per la República, que es el embrión de su nuevo partido político en el que quiere integrar al PDeCAT.
Asimismo, ha anunciado la puesta en marcha del Consell de la República, un órgano para fomentar la implantación del nuevo Gobierno independiente en la república catalana.