Las milicias kurdo-árabes aliadas de la coalición han anunciado este sábado por la mañana el fin del califato. “Hemos eliminado al autodenominado califato cuya derrota territorial es del 100%”, ha escrito en su cuenta de Twitter Mustafa Bali, portavoz de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF y compendio de fuerzas kurdo árabes).
Una victoria que ha dedicado a las más de 10.000 víctimas caídas en casi un lustro de combates, 8.000 de ellos milicianos kurdos. (El Gobierno de Sánchez aprueba el ataque de abril de EE.UU. en Siria).
Durante la noche de ayer, mientras la Casa Blanca se apresuraba a anunciar el fin del ISIS, los cazas de coalición prestaron apoyo aéreo a los milicianos aliados que recurrieron al fuego de artillería en tierra para finiquitar con varias docenas de yihadistas atrincherados detrás de una colina.
“El último remanente de yihadistas se dividió en dos grupos, con uno parapetado detrás de la colina y otro que se dirigió hacia el Éufrates”, cuenta en conversaciones de WhatsApp un miliciano desde Baguz.
Así entonces, donde ayer ondeaban banderas negras del ISIS hoy han amanecido las amarillas y verdes de las SDF.
La última batalla
Para las milicias kurdas esta ha sido la última batalla de una guerra que tuvo sus inicios en el año 2014, cuando los yihadistas invadieron el cantón kurdo de Qobane, en el norte de Siria. (Madrid gasta medio millón de euros en bolardos contra atentados yihadistas).
En ese sentido, ha sido el último combate de una operación lanzada hace seis meses para arrinconar a miles de combatientes que huyeron de Raqa en 2017 con sus familiares hasta llegar a dicho oasis.
No obstante, pese a la caída definitiva del califato, aún quedan miles de yihadistas activos en varios territorios de Siria, tutelados por el Ejército sirio. (El gravísimo problema del yihadismo radical en las cárceles españolas).
Además, las autoridades sospechan que aún permanecen varias células activas en las regiones bajo control de las SDF.
“El ISIS está casi derrotado, pero ahora toca combatir a Al Qaeda, que son sus primos hermanos y comparten la misma ideología radical”, advierte por WhatsApp un soldado de las fuerzas especiales sirias apostado en los confines de la provincia de Idlib, fronteriza con Turquía.