Los clanes del narcotráfico en el área del Estrecho de Gibraltar continúan desafiando a las autoridades. En un reciente incidente ocurrido en Manilva, una pequeña localidad en la provincia de Málaga, los narcotraficantes no dudaron en enfrentarse a una patrullera de la Guardia Civil en alta mar para evitar la intercepción de una narcolancha.
Los hechos tuvieron lugar durante la tarde-noche del miércoles, cuando cerca de una decena de narcolanchas se congregaron cerca del puerto de Manilva para resguardarse de las adversas condiciones marítimas provocadas por la tormenta Nelson que azotaba Andalucía.
Este suceso, cada vez más común en la zona, evocó el trágico episodio del pasado mes de febrero en Barbate (Cádiz), donde dos agentes de la Guardia Civil perdieron la vida.
Ante la situación, el alcalde de Manilva, Manuel Fernández (PP), solicitó a la subdelegación del Gobierno en Málaga, dirigida por Javier Salas, medidas urgentes para expulsar a los narcotraficantes del puerto, debido a la creciente preocupación entre los residentes por la presencia de estos delincuentes en la zona.
Marlaska no mueve un dedo para solucionar el problema
Según fuentes de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) en Cádiz, se ordenó el despliegue de una patrullera media del Servicio Marítimo (SEMAR) de la Guardia Civil con base en Algeciras (Cádiz).
Al ingresar al puerto, las narcolanchas se dispersaron y comenzaron a huir, aunque una de ellas experimentó problemas mecánicos, lo que redujo considerablemente su velocidad.
En un intento por detenerla, la patrullera del SEMAR se dirigió hacia la embarcación averiada. Sin embargo, varias narcolanchas embistieron repetidamente contra la patrullera para evitar su captura. Afortunadamente, no se reportaron heridos, aunque la embarcación sufrió daños menores debido a los impactos.
"La violencia por parte de los narcotraficantes es un fenómeno diario", señalan desde la asociación de guardias civiles. "Solo la falta de oportunidades o la ausencia de recursos nos impiden enfrentar más casos como este. Frente a estos ataques, los guardias civiles no pueden arriesgar sus vidas", agregan desde AUGC Cádiz.
Fernando Grande-Marlaska, ministro de Interior, es el responsable del gran riesgo que cada día enfrentan los agentes en la lucha contra el crimen.