Estaba claro que Pedro Sánchez iba a terminar arrodillándose ante el independentismo, si es que no lo había hecho ya. Los pactos, los indultos y la ley de amnistía que Junts tumbó en el Congreso era el preámbulo antes de la estocada final que están a punto de asestar.
Y es que, este jueves se cumplía el plazo para que alcanzaran un acuerdo, y parece que el estallido del caso Koldo les ha apremiado, a unos y a otros, a encontrar ese punto en común que les permita seguir caminando hacia el perdón de todos los delitos cometidos.
Así lo anunciaba la Cope a altas horas de la madrugada, una noticia que poco a poco se ha ido conociendo. Pedro Sánchez ha claudicado ante Puigdemont y le concede la amnistía que le pedía, a la carta, para que nadie se quede atrás en el camino, sea cual sea su delito.
El acuerdo ya estaría cerrado, habrá que ratificarlo en la votación del Congreso, pero el medio antes citado confirma que “se elimina toda alusión al Código Penal en terrorismo y traición, y acota estos delitos tanto a una directiva comunitaria como al Convenio Europeo de Derechos Humanos”.
Es la amnistía de Puigdemont, la que él quería, y en la que no sólo él se beneficia, sino también Tsunami Democratic, la malversación se queda sólo en el enriquecimiento personal, además de conseguir un plazo de aplicación para que se beneficien todos los del procés.
“La mayor traición” de la historia de la democracia
Entre la trama Koldo y ahora esto, está claro que no es un buen momento para la historia de la democracia, por lo menos en España. Un golpe muy duro que el periodista Jiménez los Santos ha calificado la ley de amnistía como “la mayor traición de Pedro Sánchez”.
Estaba claro que los del puño y la rosa iban a hacer cualquier cosa para seguir agarrados al poder, aunque sea un atropello como claudicar ante Junts, Puigdemont y el independentismo para aceptar sus exigencias en la ley de amnistía, esa que antes de las elecciones era anticonstitucional.