Las mentiras del independentismo se han repetido, hasta la saciedad, en estos últimos meses.
En el campo sanitario, los independentistas, liderando los del Govern de Quim Torra, aseguraban que el Estado español estaba "matando" a los ciudadanos catalanes con sus políticas, llegando a afirmar Meritxell Budó, portavoz del Govern, que "en una Cataluña independentiente" se habrían registrado menos fallecimientos por Covid-19.
Una mentira que no se vio realizada cuando las competencias fueron devueltas, después del estado de alarma, a las autonomías. Los números de infectados por la pandemia continuaron su expansión, y este verano, el virus volvió a paralizar Cataluña con numerosos rebrotes, sin que el Govern actuara.
La economía también ha sido una de las promesas sin cumplir de los partidos independentistas, ya que desde el 1 de octubre de 2017, no sólo las empresas se han fugado de forma masiva de Cataluña, sino que la pandemia ha provocado el cierre de cientos de empresas en Cataluña, que no ha podido sobrevivir a la falta de turistas.
Todo ello, mientras la Generalitat mantenía los sueldos de sus altos cargos, de casi 100.000 anuales, así como las subvenciones a plataformas y movimientos proindependentismo.
Y su principal promesa, es la de continuar arriesgando la salud y la economía de los ciudadanos catalanes, aprobando la celebración multitudinaria de la Diada independentista, y sin crear nuevas políticas económicas que ayuden a la recuperación económica.
Algo que, lejos de molestar a los ciudadanos catalanes, parece haber conseguido el propósito propagandístico de los partidos independentistas, haciendo que los secesionistas consigan, según las encuestas, más del 50% del apoyo ciudadano en las urnas.
El independentismo gana las elecciones catalanas
Según la última encuesta, publicada por La Vanguardia, el independentismo catalán, a pesar de sus mentiras y los enfrentamientos callejeros, conseguiría superar el 50% de los votos en las próximas elecciones.
Así pues, el secesionismo ampliaría su mayoría en el Parlament, alcanzando los 77 escaños. Eso sí, ERC daría el sorpasso a JxCat, siendo los republicanos los vencedores de las elecciones, obteniendo 42 escaños.
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La formación de Puigdemont pasaría a ser la segunda fuerza, con 31 escaños, seguido de la CUP, que mantendría sus cuatro representantes.
Lejos quedaría el PSC, que ganaría 9 diputados (se quedaría en 26), Ciudadanos, que perdería 23 escaños, quedándose con 13 representantes, el PP, que ganaría y se quedaría en 8 representantes, y Vox, que entraría en el Parlament con cuatro escaños.
