Eric C.T.G, un hombre de 40 años del barrio barcelonés de Horta-Guinardó, que cuenta con antecedentes, está siendo investigado por el juzgado número 6 de Barcelona. Publicó en internet con la frase "faltan cojones, mariconazos", una de las imágenes que hicieron los miembros de 'La Manada' cuando violaron en 2016 a una joven madrileña. Además de la foto, compartió su nombre y apellidos, DNI, residencia y la universidad donde cursaba sus estudios.
Teresa Hermida, abogada de la víctima, explica: "Menoscabó gravemente la intimidad personal e integridad moral de la joven, que pudo ser identificada y localizada por más de cien mil usuarios suscritos a la página web".
La acusación particular exige tres años de cárcel y treinta meses de multa por un delito contra la integridad moral junto a otro de revelación de secretos contra la intimidad personal ya que: "El 2 de mayo de 2018 publicó, siguiendo el hilo iniciado por otro usuario, varias fotografías de la víctima, una de ellas de carácter sexual y en la que se aprecia con nitidez el rostro de la joven, siendo consciente de que permiten identificarla. Su difusión obligó a la víctima a someterse a tratamiento psicológico, a abandonar sus estudios universitarios e incluso a marcharse durante al menos tres meses a vivir al extranjero".
Este hombre ha sido culpable de numerosos daños a la víctima: "El escarnio de la víctima, un fenómeno conocido como victim blaming, o lo que es lo mismo, una forma de violencia machista, que además, cometido a través de internet, permite una mayor difusión a nivel mundial de los contenidos publicados. Buscó dañar la integridad moral de una víctima de violencia sexual y al mismo tiempo desincentivar al resto de mujeres para que no denuncien pública y judicialmente las violencias sexuales que puedan sufrir, impidiendo que reivindiquen sus derechos de acceso a la justicia".
Además, el hombre publicó todos estos datos haciendo uso de una conexión a internet que no era la suya: "Haciendo uso de la línea wifi de su vecina, sin el consentimiento ni el conocimiento de esta". Fue la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional quien lo identificó por la dirección IP de su ordenador.
La abogada de la joven deja claro en su escrito al juez que la Audiencia de Navarra había prohibido la propagación: "Precisamente para preservar la intimidad y dignidad de la víctima quien incluso había rehusado durante su declaración en el acto de juicio oral visualizar su contenido, dado el daño moral que entre otras y en particular esa fotografía le ha causado".
Datos sacados de otra web
El hombre acusado se defendió explicando que los datos que publicó los sacó de otra página web por lo que esos datos eran de libre circulación en las redes sociales.
Gorka Nart, su abogado, argumenta: "Es de mal gusto, pero sin relevancia penal. No debe ser condenado. No se ha escondido, en su declaración reconoció los hechos, es decir, que hizo un corta y pega de una publicación que ya existía en otra página web. Él no es el autor de la publicación original, se limitó a difundir datos que ya habían sido publicados, así que sus actos pueden ser moralmente reprobables quizá, pero nada más".
El letrado explica que los antecedentes de Eric no están relacionados con este suceso: "No tienen nada que ver ni guardan la más mínima relación con delitos de violencia de género ni de índole sexual. Tampoco tiene ningún vínculo con la Legión, como se ha dicho. Es cierto que fue militar, pero nada más".
El fiscal sigue convencido en solicitar dos años y medio de prisión para él por sus malas intenciones de "burlarse de ella y crearle inquietud moral".